Durante dos días el Espacio Riesco se transformó en el oasis de la esperanza para todos aquellos que tienen la malacue de estar sin pega.
La Feria Laboral Laborum-La Tercera recibió a miles de personas entre estudiantes recién egresados y cesantinis que llegaron hasta el lugar, para optar a uno de los 1.500 cargos ofrecidos por empresas terrible de pulentas.
Álvaro Sureda termina su tesis de ingeniería eléctrica en la Usach y llegó a la charla de la empresa Antofagasta Minerals a ver si se abría un cupo para entrar a laburar por allato.
"Es una buena oportunidad para conocer más la empresa en la que uno quiere trabajar y también para llegar a ellos. Ojalá después de la entrevista quede trabajando, sería espectacular", dijo el estudiante.
Patricia Rivas (42) escuchó en la tele de la feria y fue altiro, porque hace seis meses se le quemó el taller de muebles donde trabajaba.
"Quiero ver si encuentro trabajo en alguna de las empresas acá, como ejecutiva de ventas por ejemplo, aunque sería mucho mejor trabajar en lo mío. Ojalá me vaya bien", dijo esperanzada.
Hoy la gente que postuló vía web a la feria y pasó un proceso de selección tiene entrevistas con las empresas que especificó. En una de ésas salta la liebre.
Si recién supo acerca de la feria y cree que es un bacán que merece una oportunidad, igual puede darse una vuelta por el Espacio Riesco a dejar su currículum a las empresas. Capaz que lo llamen. Nada se pierde.
