Hace dos décadas se asociaba a los fanáticos del heavy metal con ese clásico cliché del "sexo, drogas y rock & roll". Es que salvo honrosas excepciones, la mayoría dejó el pelo largo, las chaquetas de mezclilla sin mangas y las zapatillas ochenteras con el fin de explorar nuevos horizontes como Bruce Dickinson, el carismático vocalista de Iron Maiden que por duodécima oportunidad visita nuestro país, esta vez para dar una charla.
Por eso no es de extrañar que a la cita lleguen cuarentones capaces de entregar parte de su sueldo con el objeto de acercarse a su héroe musical británico.
Es que el fervor latente entre el líder de Iron Maiden y nuestro país data de 1992, año en que la Iglesia Católica movilizó sus influencias para impedir el primer concierto de "La Doncella de Hierro", agendado para el 28 de julio en la Estación Mapocho por tratarlos de "satánicos".
Ese mismo año, el multifacético miembro de la banda fue invitado a formar parte de la delegación de Gran Bretaña para los Juegos Olímpicos de Barcelona, gracias a su talento como esgrimista. Sin embargo, rechazó la oferta para embarcarse en la gira latinoamericana del álbum "Fear of the Dark". Un año más tarde dejaría la banda para dedicarse a proyectos personales. Regresó en 1999.
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Polímata. A sus 59 años, el currículum vitae de Bruce Dickinson es bastante extenso y no sólo por su carrera musical, pues además se licenció en Historia en el Queen Mary College de la Universidad de Londres, donde consiguió destacadas notas. "Todos piensan que estaba estudiando Historia, pero la verdad es que la mitad del tiempo estaba ensayando con mi banda", dijo en su discurso de aceptación del título de Doctor Honoris Causa, distinción otorgada por su alma máter en julio de 2011.
En lo artístico, durante la gira 'Somewhere on Tour' comenzó a escribir "The adventures of Lord Iffy Boatrace", su primera novela publicada en 1990, con la que logró gran éxito en el Reino Unido. Dos años más tarde, lanzaría la secuela llamada "The Missionary Position".
De hecho, en 2008 tuvo una intervención en el cine, específicamente en el filme "Chemical Wedding", cuyo guión era de su autoría. En la cinta también tuvo un cameo y participó en la banda sonora.
En el mundo de las comunicaciones, participó en dos programas de la BBC Radio, que estuvieron al aire por casi ocho años.
Y si hubo algo que le quitó el sueño más que la música, la literatura y la historia antigua, eso fue la aviación, cuya afición fue heredada de un tío que fue piloto de la Royal Air Force. Sin embargo, fue rechazado en la Fuerza Aérea de su país.
Revancha
Pero Dickinson tuvo su revancha al ingresar a Iron Maiden, pues ahí conoció a Nicko McBrain (baterista) y se decidió a estudiar la carrera de aviación en EE.UU., donde obtuvo la licencia de piloto comercial, lo que le permitió pilotar el Boeing 747-400 que lleva a su banda a todo el mundo.
¿Algo más? En 2010, asumió como director de marketing de la empresa aérea Astraeus, y al tiempo después creó su propia empresa de mantención de aviones. Como guinda de la torta el músico está detrás de la elaboración de las cervezas de la banda, bautizadas como: "Tropper" y "Hallowed".
Dará charla motivacional
A las 11 horas de hoy, el vocalista de Iron Maiden formará parte del panel de las charlas Evoluciona, en Espacio Riesco, junto a Benito Baranda, Juanita Ringeling y Federico Sánchez, entre otros. En la cita, organizada por el preuniversitario Pedro de Valdivia, compartirá sus experiencias en el mundo de la música, la literatura y a nivel empresarial. Además, entregará su testimonio sobre su lucha contra el cáncer a la lengua, que pudo haber terminado con su carrera sobre los escenarios.