Punto de devoción se encuentra justo al frente de la casa del profesor asesinado.
La muerte del querido profesor de Villa Alemana, Nibaldo Villegas, sigue latente entre los vecinos de Peñablanca, en Villa Alemana.
Tras confirmarse la cadena perpetua contra Johanna Hernández y Francisco Silva, asesinos confesos del exdocente, la animita que se levantó frente a la casa de Nibaldo es punto de devoción de diversos vecinos de la Región de Valparaíso.
"Hace poco vino una señora bien simpática a darle las gracias. Le había pedido que le diera un trabajo a su marido ingeniero, que estaba cesante hace varios meses, y me dijo que se lo había concedido", contó a La Estrella de Valparaíso Winston Yáñez, un vecino que vive al lado de la casa donde ocurrió el crimen.
"Bueno, yo creo mucho en Dios y respeto toda ideología, pero yo nunca le he pedido nada", dijo.
"Es conmovedor lo que ha ocurrido. Sabiendo que en el segundo piso, donde se ve esa ventana, mataron a este buen hombre. Esta semana vino una madre con su hijo del cerro Cordillera. También un caballero que se puso de rodillas a rezar", agregó.
"Lo escuché y decía que tenía cáncer. Y que así como Jesús había perdonado a sus enemigos, así pudiera la gente perdonar a los asesinos", cerró.
Marcela, otra vecina presente en el lugar, contó al citado medio que "mi nieto conocía al profesor porque estudiaba en el colegio donde hacía clases. Era una persona muy buena, por eso sentíamos la necesidad de venir. No sabía dónde quedaba la casa".
"Fue tan terrible esto que pasó. Como villalemaninas queríamos descansar nuestras conciencias y pedir por la familia del profesor", aseguró.