El titular de Educación, Raúl Figueroa, detalló la estrategia que tajaban para el regreso a clases, que aún no tiene fecha. Protocolos de limpieza e inducciones a los profesores serán claves.
Ya van cuatro meses de pandemia en el país y por cada día que pasa crecen las dudas sobre si el regreso a clases presenciales de los peques se podrá efectuar este 2020.
Al respecto el Ministerio de Educación ya están trabajando en lo que denominaron "Plan Regreso", con todos los protocolos que los más de 11.500 colegios deberán implementar para concretar una eventual vuelta a las salas, acontecimiento que aún no tiene una fecha clara.
"Ocurrirá siempre en la medida que se den las condiciones sanitarias para ello, previa verificación de esas condiciones por el Ministerio de Salud" comentó al respecto el ministro Raúl Figueroa.
El titular de la cartera apuntó en conversación con El Mercurio que para esta reapertura es necesario verificar las "condiciones sanitarias, implementar protocolos de limpieza y desinfección, la información adecuada a la comunidad, la inducción a los docentes y asistentes de la educación".
Según Jaime Salazar, dueño de plataforma educacional Fullcollege, para cualquier plan de regreso a clases que se intente establecer es necesario realizar crear mesas de trabajo con los docentes y apoderados.
"Una variable a considerar es saber qué piensan los padres sobre el tema. Podemos tener las mejor intenciones, pero es importante saber la disposición de los padres por enviar a sus hijos al colegios" apuntó el experto.
"Por temas de infraestructura va a ser muy complejo este regreso si se busca mantener el distanciamiento social, y la mayoría de los establecimientos no podrá cumplir con los temas de espacio", agregó el especialista.
Por esa misma línea el director de la escuela de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad de Las Américas, Guillermo Robles, se refirió a algunas de las recomendaciones de la OMS para el regreso a clase, como el uso de pupitres individuales y el distanciamiento de más de un 1,8 metro.
"Todos saben que existe una desigualdad tremenda entre los 11.500 colegios que hay en Chile y es difícil que todos lleguen a cumplir los protocolos. Estos pupitres individuales no existen prácticamente en los colegios municipales, por lo tanto parece inviable pensar en el regreso de un salón que cuente con 40 ó 45 alumnos", comentó el especialista. Para solucionar este problema, Robles recomendó explorar la posibilidad de sacar de la sala a los estudiantes: "Se pueden utilizar los espacios al aire libre de los establecimientos (...) el aula es cualquier lugar donde se genere aprendizaje".
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