Minero cumplió su palabra y pisó el palo frente a Golborne

"Sigan rezando mucho para salir luego de este lugar, y cuando salga compramos el vestido y nos casamos", prometió desde las profundidades de la tierra en una carta el minero Esteban Rojas, uno de "Los 33" de Atacama.

A más de 700 metros de profundidad, la angustia ante la posibilidad de no volver a ver a Jessica, la mujer con quien pisó el palito por el civil hace 25 años, lo impulsó a pedirle que se casaran por la iglesia Católica.

Durante la jornada de rescate, el hombre que llevaba sólo seis meses trabajando en el mineral, debió esperar que 17 compañeros volvieran a la superficie para recuperar su libertad. Apenas le agredeció de rodillas al cielo el poder abrazar a su esposa Jessica Yáñez, y a sus tres hijos. Claro que el ministro de Minería, Laurence Golborne, le recordó sin anestesia lo que había prometido en la desesperación: "Usted tiene una promesa pendiente".

La relación de los mineros con Golborne era tan cercana que la novia aprovechó de pedirle que fuera el padrino de la boda. El ahora biministro aceptó gustoso.

"Él ha sido como un ángel para nosotros porque ha estado en todo momento, tanto en las malas como en las buenas, y ha sido una persona muy humana, muy de piel", explicaron los novios.

Como no existe plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, después de ocho meses el titán tuvo que invertir no más en el vestido blanco y pisar el palito como Dios y sir Laurence Golborne mandan.

El matrimonio se llevó a cabo en la iglesia La Candelaria de Copiapó, donde llegaron 16 de los 32 compañeros de encierro del minero Rojas, algunas autoridades y, cómo no, el biministro y su señora, Karin Oppermann.

"Venir a este matrimonio es una de las cosas gratas que me ha tocado vivir en Copiapó. Cuando estaban en la mina me pidieron ser su padrino de matrimonio y yo inmediatamente les dije que sí. Han pasado los meses, fijaron la fecha y aquí estamos, como corresponde", dijo el flamante padrino.

Durante la ceremonia el biministro se notó relajadísimo y además contento de reencontrarse con los hombres con los que compartió difíciles momentos en la mina San José. También, el caporal se dio cuenta que algunas de las esposas de los mineros la pasaron del uno tras el encierro porque llegaron más rellenitas.

"Estoy muy contento de poder acompañarlos en un momento tan importante para ellos, y enterándome de varias noticias ya que hay un par de señoras embarazadas", dijo Golborne.

Los recién casados también se mostraron felices luego de dar el sí definitivo después de 25 años juntos.

"Estoy muy orgulloso de estar acá y poder cumplir la promesa que hice a mi señora, por lo que también estoy muy contento", señaló el novio antes de irse a la tonta fiestoca.

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