El chileno Omar Reygadas, quien permaneció atrapado 69 días en el fondo de un socavón en la mina San José, recomendó este martes a los niños y a su entrenador encerrados en una cueva inundada en Tailandia que se ayuden mutuamente, en especial a los más débiles, y que se mentalicen en que serán rescatados.
Reygadas dijo que la situación de los niños "es algo terrible para ellos. Son pequeños, pero yo creo que muchachos con mucha fuerza van a lograr estar enteros para cuando les toque la salida", afirmó a la agencia Associated Press.
Agregó que "todo depende de la persona que está con ellos, que es el entrenador. Si es una persona motivadora, creo que los va a motivar para que se mantengan en buen estado y con fuerza para salir y esperar el momento de ser rescatados".
Destacó que aunque es difícil mandarles un consejo, les diría que se mantengan firmes, que se mentalicen en su rescate y "que piensen solamente en que van a salir a encontrarse con sus familias"
Reygadas y 32 compañeros permanecieron encerrados en el fondo de una mina en el desierto de Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, a casi 700 metros bajo tierra y lograron ser rescatados en el interior de una cápsula especialmente construida para ellos que subió verticalmente por un estrecho túnel que los devolvió a sus familias.
La mina San José, en el interior del desierto de Atacama, se derrumbó el 5 de agosto de 2010 y los mineros lograron ser rescatados a mediados de octubre.
Reygadas insistió a los niños que "no tengan vergüenza de sentirse asustados porque nosotros también estuvimos asustados, también nos corrieron nuestras lágrimas. Siendo hombres adultos, lloramos".
Señaló que el llanto "también es un buen camino, un desahogo para ellos si están asustados, el no demostrar una valentía que les puede hacer daño".
Precisó que para los mineros fue fundamental la fe y la oración diaria, mantenerse unidos, apoyarse y acompañarse unos a otros.
"A veces nos deprimíamos, a veces dudábamos (de que serían rescatados), pero lo que nos hacía tomar fuerzas nuevamente era la fe en Dios, la fe en la gente que estaba afuera, trabajando para sacarnos", reveló.
También tuvo palabras para los rescatistas, para los buzos que la noche del lunes lograron llegar hasta el pequeño islote donde están los 12 muchachos de entre 11 y 16 años y su entrenador.
Reygadas les pidió "que trabajen con fe, con confianza, que su trabajo es lo que va a lograr sacar a esos muchachos. Tienen que hacerlo con el alma, con el corazón, como trabajaron nuestros rescatistas acá en Chile".