El mayor de los 33 intenta alargar la vida los más posible: "Por mi edad es muy peligroso recibir trasplante". Viajó solo desde Copiapó y está internado en el Hospital del Tórax a la espera de un tratamiento, debido a la silicosis y a una fibrosis pulmonar por su trabajo en faenas subterráneas.
En la sala 301 de Cirugía y Pulmón, en el tercer piso del Hospital del Tórax, pasa los días el minero de 70 años Mario Gómez Heredia, solo acompañado de los seis pacientes que completan la habitación. Hoy cumple una semana desde que llegó desde Copiapó, para recibir en el recinto asistencial una nueva evaluación sobre la fibrosis pulmonar y la silicosis que lo mantiene conectado a un tubo de oxígeno y que cada día lo deteriora más. Claro que la maldita enfermedad, propia de la actividad minera, no amilana sus ganas de vivir.
"Llegué con la ilusión de esa evaluación para un posible trasplante. Me hicieron exámenes de sangre, bactereológicos y un test de esfuerzo. Me dijeron que no tengo posibilidad de ingresar a esa lista. Por mi edad sólo permiten hasta las 65 años y es riesgoso para mí una intervención así", explicó.
El mayor de los 33 mineros, que mientras permanecieron atrapados entregó a los equipos de rescate las coordenadas exactas donde permanecían a más de 700 metros bajo tierra, llegó con la ilusión de ser examinado para ingresar a la lista de los posibles trasplantes de pulmón, pero durante su estadía en el recinto asistencial, se dio cuenta que por su edad no es recomendable. Eso sí, dijo que le ofrecieron someterse a exámenes, bajo la lupa de varios especialistas, para evaluar un tratamiento que pueda aminorar los efectos de la fibrosis y alargar su vida. "Hasta ayer sólo pensaba que un trasplante podría alargar mi vida, pero me dijeron que a mi edad es riesgoso y podría no resistirlo, o tener poca sobrevida, así que esperaré si puedo tener este nuevo tratamiento".
Indemnización
La enfermedad crónica que sacude al minero, y que lo tuvo en las cuerdas en agosto del año pasado, cuando el Gobierno le proporcionó una máquina concentradora de oxígeno para ayudarlo a seguir respirando, se cruzó la semana pasada con la noticia del fallo para que el Estado indemnice con $2.400 millones de pesos a 31 de ellos, dentro de los que él figura como beneficiado. El minero mayor de los 33 tiene su opinión clara.
"Nosotros no demandamos al Gobierno, demandamos al Estado, a Sernageomin, porque ellos no fiscalizaron bien. Funcionarios iban permanentemente a fiscalizar, pero llegaban hasta el casino. Nunca entraban al túnel, no cumplieron.
Sobre el recurso de apelación presentado por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), para evitar el pago, Gómez sostuvo: "Yo creo que ellos, no el Gobierno si no que Sernageomin, no hizo bien su trabajo. Por eso yo creo que no estamos demandando mal".
- ¿Está solo en Santiago?
- Sí, mi familia está en Copiapó.
- ¿Lo ha venido a ver alguno de los 33?
- No, ninguno.
- ¿Cómo ve el futuro?
- La enfermedad ha marcado mi destino. En pocos meses me siento bastante complicado. La enfermedad avanza y no se detiene. Ando con mi máquina de oxígeno para todos lados, no puedo hacer una vida normal. Estoy encomendado a Dios, pero quiero aferrarme a la vida.