"Todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el ministerio le arregle el techo de un colegio que tiene goteras, o una sala de clases que tiene el piso malo. Y yo me pregunto: ¿Por qué no hacen un bingo?".
Estas desafortunadas declaraciones del ministro de Educación, Gerardo Varela, lo pusieron nuevamente en la polémica.
El secretario de Estado, quien fue miembro del directorio de "Escuelas para Chile", organización dedicada a reconstruir colegios tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, pidió disculpas por el mal ejemplo que ocupó: "Lamento el ejemplo que usé".
El abogado de la Universidad de Chile y padre de cuatro hijos, explicó que "lo importante es que, a pesar de los tremendos esfuerzos que hace el Estado para solucionar los problemas de cada una de las escuelas de Chile, hay situaciones en las que éste no se la puede solo".
El ministro, que siente una gran admiración por el dramaturgo inglés William Shakespeare, ya había tenido salidas de libreto tras escribir que estaba "escéptico" sobre la gratuidad en la educación. Es su estilo...
Antes de ser ministro de Educación, Varela escribía columnas de opinión sobre este tema en medios de comunicación y en la fundación "Para el Progreso".
En uno de sus textos argumentó que la educación es y debe ser tratada como un bien de consumo. En su última columna, antes de asumir la cartera, escribió sobre el profundo orgullo que sentía por colaborar desde el ministerio, "con la noble tarea de los docentes de educar al prójimo".
El ex director de Educa UC dejó su cargo como columnista solo cuando juró en La Moneda el 11 de marzo.
Quizás su última columna lo refleja en cuerpo y alma: "Fui educado en un colegio cuyo lema es Recte ad ardua ("derecho a lo difícil"). Así he vivido mi vida, practicado mi profesión y ahora dedicado en cuerpo y alma al servicio público".
Su estilo pragmático y desenfadado lo ha llevado a mencionar varias frases que han quedado en la retina. La más recordada fue cuando señaló que sus hijos eran "unos campeones", porque necesitaban más de tres condones, en medio del debate por la educación sexual de los escolares chilenos.
El titular del Mineduc, reconocido como un hábil abogado, separa su vida pública de la privada.
De lo poco que se sabe de su círculo íntimo es que fue amigo desde su época universitaria de Felipe Cubillos, el líder de Desafío Levantemos Chile.
Incluso, durante el funeral del filántropo, quién falleció el 2011 en un accidente aéreo en el que también murió el animador Felipe Camiroaga, Varela aseguró que "los amigos queríamos que Felipe fuera presidente de Chile. Yo le iba a escribir sus discursos".
Incluso, cuando decidió tomar el desafío del ministerio de Educación, Varela explicó que dentro de las razones que lo llevaron a dejar la comodidad de la vida privada para asumir un cargo de esta complejidad fue que "mi amigo Felipe Cubillos decía que uno en la vida puede 'hacerse cargo o hacerse el leso'. Y yo, igual que él, me hago cargo".
Una filosofía que volvió a reflotar al ponerle el pecho a la balas frente a la nueva polémica del "bingo".