Lo vieron por última vez el 10 de agosto pasado, cuando dejó a su hija en la casa de sus papás en Viña del Mar. Ayer confirmaron que el torso hallado en el Muelle Prat corresponde al padre de 50 años.
El 10 de agosto pasado, Nibaldo Mauricio Villegas Gutiérrez viajó desde su casa en Villa Alemana hasta Viña del Mar a dejar a su hija con sus papás. Cerca de las 21 horas salió del domicilio para juntarse con unos amigos en un gimnasio de Quilpué. Les dijo a sus familiares que volvería cerca de las 4 de la madrugada.
Pero el profesor de computación de 50 años jamás regresó al hogar de sus padres, que, angustiados, se contactaron con los amigos de su hijo. Estos descartaron que la junta se haya organizado.
El caso del profesor se convirtió en un misterio y las policías comenzaron una intensa búsqueda, en toda la Región de Valparaíso.
En la noche del miércoles 15 de agosto, personal de la Armada halló un torso masculino en el Muelle Prat de Valparaíso. Estaba en el mar y tenía lesiones atribuibles a terceros.
Ante el descubrimiento, se realizaron pruebas de ADN para lograr determinar la identidad del hombre. Y los exámenes ayer dieron resultados: se trata de los restos del profesor Villegas.
El fiscal José Miguel Subiabre indicó que los análisis de ADN realizados permitieron dar con la identidad de la víctima. "Se informó a los familiares para dar cuenta del avance en las indagatorias", aseguró.
"Estamos abocados a poder esclarecer las circunstancias de cómo ello aconteció, cómo se suscitaron las circunstancias y establecer las autorías que corresponden frente a este hecho", manifestó.
Por su parte, el jefe (s) de la Brigada de Homicidios de la PDI de Valparaíso, Rodrigo Muñoz, señaló que "nos encontramos realizando diligencias investigativas para esclarecer qué fue lo que pasó con esta persona". "Nos encontramos en un proceso muy especial de la investigación, tiene carácter reservado por parte del Ministerio Público y cualquier información al respecto la comunicaremos posteriormente", afirmó.
Villegas era profesor de Computación del Centro de Educación Integrada de Adultos (CEIA). Tenía una hija de 7 años, de la que poseía la custodia temporal, y se encontraba en proceso de divorcio de su pareja.
"Nibaldo era muy cercano con sus colegas y alumnos. Más que un compañero de trabajo era un amigo con una personalidad transparente y muy humilde, por eso nos duele mucho lo que le pasó", señaló Paola Calfuleo, jefa de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP) del Centro de Educación Integrada de Adultos (CEIA).
"Ante cualquier dificultad en el aula siempre mantenía su sonrisa, es como todos lo recordaremos acá. Como este es un centro de educación para adultos, él tenía mucha paciencia para enseñar computación, desde lo básico como las Redes Sociales a lo más complejo como Word y Excel", agregó Calfuleo.
La pistas encontradas en su casa de Villa Alemana
Como no llegó a buscar a su hija el día sábado 12 de agosto, sus familiares decidieron ir a la casa de Villegas, donde encontraron una extraña escena: su automóvil se encontraba estacionado y con el trabavolantes puesto afuera de su vivienda.
En el interior del hogar sus llaves estaban colgadas detrás de la puerta, la chaqueta con la que se le vio por última vez estaba con el resto de su ropa y había un vaso quebrado en el suelo. Según señaló una vecina del profesor, aquella noche sintió un ruido muy fuerte en el hogar.