Se vienen la Navidad y el Año Nuevo y una química farmacéutica responde la pregunta del millón sobre la mezcla de alcohol con el tratamiento farmacológico.
Es ampliamente conocido que el consumo de copete mientras se está en tratamiento puede ser perjudicial. Y es en estas fechas de celebraciones como Navidad y Año Nuevo surgen las dudas de si está permitido o no tomarse un trago con un determinado fármaco.
Pero, ¿con qué medicamentos se debe evitar el copete? Algunos, por ejemplo, aumentan de manera desproporcionada la cantidad de éste en la sangre, provocando una serie de síntomas conocidos como efecto disulfiram (también conocido como efecto Antabus). Las manifestaciones pueden ser de diversa gravedad presentándose por ejemplo vómitos, náuseas, enrojecimiento facial, ansiedad, taquicardia, hipotensión e insuficiencia respiratoria.
La química farmacéutica Loreto González, del Servicio de Salud Metrop. Occidente, aclaró esta y otras dudas (ver info).
Los medicamentos que pueden causar ciertos efectos son:
- Algunos antibióticos de la familia de las sulfas como el co-trimoxazol.
- Un número reducido de cefalosporinas (cefoperazona).
- El antidiabético glibenclamida.
- Los antiinfecciosos ketoconazol y metronidazol.
- Las personas que están en tratamiento con estos medicamentos tienen absolutamente contraindicada la ingesta de alcohol, aún en cantidades moderadas.
¿La ingesta afecta a todos los medicamentos por igual? No. La severidad de la interacción entre medicamentos y alcohol depende del medicamento y la cantidad de alcohol ingerida.
¿Puedo beber alcohol si estoy tomando antibióticos? La mayoría no presentan interacciones de gravedad con alcohol. Pero es importante tener en cuenta que al igual que en el caso de los antinflamatorios, el alcohol puede aumentar la probabilidad de sufrir molestias gástricas asociadas al uso de estos medicamentos. Por lo que es recomendable evitarlo si se ha sufrido algún malestar en el último tiempo.
¿El copete puede cambiar el efecto de algún medicamento? Sí, el alcohol puede modificar el efecto depresor de los medicamentos que utilizamos para dormir o para calmar la ansiedad, lo que se manifiesta con un notorio aumento de somnolencia, letargo, disminución del estado de alerta y de los reflejos.
¿Qué consecuencias se pueden dar? Puede producir una reacción de toxicidad y disminuir o aumentar los efectos de un medicamento. Si el consumo es "esporádico" se intensifica el efecto de algunos remedios, aumentando la intensidad de sus efectos adversos e incluso llegando a causar intoxicación. Si el consumo es en "cantidades elevadas" puede causar que algunos fármacos se eliminen más rápido y por tanto su efecto sea menor al esperado, excepto si se llega a una situación en que el funcionamiento del hígado está disminuido y los medicamentos se eliminan más lentamente del organismo.
Sepa cómo alimentarse "sano" en las fiestas de fin de año
- Respetar horarios y comidas principales: Desayuno, almuerzo, once y cena, evitando ayunos prolongados.
- Cocción sana: Optar por cocinar preparaciones al horno, a la plancha o al vapor, evitando las frituras.
- Preparación de postres: Preferir recetas con fruta natural de la temporada y/o lácteos descremados.
- Entrada ligera: Previo al plato principal, con verduras de la temporada.
- Comer lento: La masticación permite entregar sensación de saciedad por lo que te recomendamos tomarte tu tiempo a la hora de cenar.
- Preferir alimentos integrales: Ya que contienen fibra y dan mayor sensación de saciedad.
- Regular porciones: Sugerimos que la mitad del plato contenga verduras, y la otra se divida en proteína (pollo, pavo, pescado o carnes) que no supere la palma de la mano y la otra para cereales o hidratos de carbono.
- Consumir frutas y verduras: Se recomienda dos platos de verdura y tres porciones de fruta al día.
- Reducir ingesta de sal: Evitar aliñar comidas con demasiada sal. Reemplazar con condimentos naturales como orégano y ajo.
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