Las luchas de las mujeres por la igualdad y sus derechos se han tomado la agenda en todos lados, y es lo lógico. Sin embargo, en esta pasada histórica los hombres se han visto muy relegados en ciertos aspectos.
Quiénes son, qué les gusta, qué sienten, qué causas apoyan y otro cúmulo de preguntas están casi como en el aire, ya que el chileno ha evolucionado, y no es el mismo que hace una década o más. Eso al menos fue lo que concluyó Adimark en un interesante estudio.
En la investigación (aplicada a hombres y mujeres nacionales), se abordan seis mitos que son prácticamente frases hechas, lugares comunes, ideas preconcebidas que muchos las comprenden como realidades, pero en las que pocos se dedican a ahondar de manera seria, y comprender así el perfil del chileno de esta época. A continuación, los mitos y realidades, ¿qué opina usted?
1 ¿Insensibles?
Ante la afirmación de "Los hombres no lloran", un 10% de los encuestados varones cree que esta afirmación es cierta. Es decir, un 90% ya no le teme a expresar sus sentimientos públicamente. Y eso es algo que las mujeres también logran comprender, ya que un 4% de ellas piensa que los hombres ya no ocultan su lado más emocional.
Es decir, eso de que los hombres son racionales y no tienen la sensibilidad para hablar de sus problemas o demostrar sentimientos es algo que está quedando en el olvido.
2 Tareas domésticas
La infancia de muchos estuvo marcada por esa imagen donde la mujer se quedaba en la casa, hacía las tareras domésticas y atendía al marido. Era otra época, y se asumía casi como algo normal.
Pero la línea de tiempo no ha caminado en vano, ya que tanto hombres como mujeres creen que esa forma de conformar el hogar y de repartir los roles está completamente obsoleta.
"¿Las tareas domésticas son igual responsabilidad entre hombres y mujeres?", era la pregunta de la encuesta virtual de Adimark, y un 84% de los hombres declaró estar de acuerdo con que así sea. Las mujeres, en tanto, también subieron el pulgar a la afirmación, pero en un 93%.
Y ojo, que los porcentajes aumentan si se consideran sólo los encuestados que pertenecen al rango entre los 18 y los 36 años, es decir, centennials y millennials, ya que la aprobación a compartir las labores en la casa es de un 91% en ellos, y un 98% en ellas.
Y es esa misma generación la que cree que ya no existen tareas que sólo pertenezcan a un género en específico, como son planchar, lavar y cocinar (siempre relacionadas a las féminas) o hacer arreglos y mover muebles (atribuidas históricamente a los hombres): un 2% de las mujeres cree que eso debería ser así, mientras que un 14% de los hombres opina de esa manera.
En conclusión, el avance en temas de igualdad de roles en el hogar ha evolucionado de manera positiva, equiparándose y diversificando las tareas.
3 Hijos
"¿La crianza de los hijos debe ser compartida?", era la interrogante de Adimark para los que se sometieron al cuestionario. ¿La respuesta? Un 98% de las mujeres está de acuerdo, y un 93% de los hombres concuerda.
Eso sí, las tareas entre comillas más serias e influyentes siguen siendo mayor propiedad de las mamás.
Claro, porque a los hombres se les atribuyen misiones como llevar a los hijos a las fiestas, enseñarles a andar en bicicleta, a nadar y manejar.
A las mujeres, en tanto, las pegas que les tocan son las más duras: quedarse en casa cuando el hijo está enfermo, preparar la comida, llevar a los niños al colegio, comprarles ropa e ir a la reunión de apoderados.
4 Sostén familiar
Hace décadas, el hombre era el encargado de, como se dice popularmente, "llegar con el pan a la casa". Pero eso ha cambiado, ya que hoy la mujer está cada vez más inserta en el mundo laboral, y el aporte monetario que hace a la casa es muy importante y valorado.
Ante la afirmación "El principal rol de un hombre en una familia es proveer su hogar", apenas un 18% de las mujeres creen que eso debe ser así, mientras que un 38% de los varones aún cree que esa es su misión en la vida familiar.
Donde los números son llamativos es en el ítem exclusivo para los hombres, a quienes se les consulta si les incomodaría que sus mujeres ganaran más que ellos.
A diferencia de la creencia popular, sólo a un 9% les generaría incomodidad. Eso sí, a los que están en pareja, les dolería el orgullo un poco más, ya que un 20% reconoce que no le sería cómodo aceptarlo.
5 ¿Vanidad?
Un soprendente 71% de los chilenos admite sentirse atractivo. Gran registro, sobre todo en una sociedad donde el amor propio muchas veces estaba por los suelos.
Ahora, ¿qué definen ellos mismos por "ser atractivo?": tener estilo propio, buen humor y ser culto, estereotipo que rompe con la concepción que se tenía hace 20 años: ser masculino, culto y atlético.
6 Machismo
La palabra "machismo" debe ser una de las que más se han escrito en el último lustro. Manoseada, manchada y poco entendida, es una de las aristas más especiales de esta muestra.
Claro, porque un 95% de los encuestados cree que los chilenos somos machistas (hombres y mujeres, por igual). Pero a la hora de definirse a sí mismos, los números no cuadran: 26% de los hombres se considera machista siempre o en algunos casos, mientras que un 34% de las mujeres cree que es machista en las mismas circunstancias.
En cuanto a la desigualdad, la afirmación "Los hombres tienen conciencia de las condiciones de desigualdad que tienen con respecto a las mujeres", un 61% de ellos está en desacuerdo de esa frase, en tanto que un 82% de ellas la reprueba, creyendo que ellos todavía no están en sintonía en ese ítem.