Vanessa Wullfrodt, que el 2017 tuvo un renacer en las pasarelas, se lució en Perú y Brasil. En 2019 estará en Francia junto a la diseñadora Ximena Olavarría.
Partió en el modelaje de alta costura a los 16 años cuando su mamá no le quiso dar mesada y se inscribió en la Escuela de Mónica Aguirre, ahí aprendió las herramientas que hasta el día de hoy la mantienen vigente sobre las pasarelas.
Se trata de Vanessa Wullfrodt, una modelo que tuvo su peak en los noventa y que decidió volver a las pistas el 2017 y que desde ahí no ha dejado de desfilar como modelo icono en distintos eventos de nuestro país e incluso en Perú y Brasil.
Aunque uno de sus mayores desafíos será modelar en Francia durante junio del próximo año: en un evento donde será la más experimentada y para el que se prepara día a día.
"Iré a hacer un desfile con la diseñadora Ximena Olavarría en París. Tengo que estar el 1 de junio y ahí las modelos serán todas parisinas. O sea sus edades estará entre 17 y 23 años. Allá jubilan a los 25. En cambio, soy una modelo más madura y sobre los 30 años. No sé que otra chilena puede decir eso. Quizás sea porque soy bien detallista, autoexigente y autocrítica", comenta, quién el próximo 11 de diciembre estará modelando en el desfile "Vivir con Amor" a beneficio de la Fundación Santa Clara en el "Hotel W".
Pero más allá de sus desafíos y su reinvención como maniquí, Vanessa quiere rescatar a otras modelos que hayan tenido éxito en otros tiempos.
"Me gustaría que no encasillen tanto a las modelos que no tienen 25 años, que tienen experiencia que las de 17 o 20 años no tienen. Hoy día, por ejemplo, soy talla 36 y mi físico está bien mantenido. Las modelos de la antigua escuela tienen algo que las nuevas no tienen. Espero que las más jóvenes tengan la tolerancia para aprender y ojalá que vuelva a desfilar con mis antiguas compañeras que cuenten conmigo ¿te imaginas un evento con Rosita Parsons? Sería un éxito seguro", afirma.
- ¿Cómo se dio la oportunidad de desfilar en Europa?
Estoy trabajando con la empresa Intercoiffure que es una prestigiosa asociación mundial de peluqueros y que en Chile está representada por el estilista Samuel Rubio. Él fue quien creyó en mi y es mi productor.
- En dicho evento tendrás la oportunidad de desfilar trajes de la diseñadora chilena Ximena Olavarría ¿qué opinión tienes de ella?
En palabras simples creo que es la Carolina Herrera chilena. Es una diseñadora muy minuciosa. Me gusta el estilo elegante en las cosas que ella hace. Yo sé que ella será como el gran Luciano Bráncoli.
- ¿Con qué otros diseñadores te ha tocado trabajar? ¿Tienes llegada con los artistas nacionales?
Con los más grandes. Por ejemplo, Rubén Campos que es un maestro. Un tipo exigente, meticuloso. También con Ricardo Oyarzún, que siento que la gente lo cataloga de muy lúdico, pero tiene la gracia de hacer trajes, abrigos o un vestido de novia. Es un gurú con las manos.
- ¿Cómo ves el panorama de las modelos más jóvenes en Chile?
Mira, primero quiero dejar claro que soy solidaria y ayudo mucho a mis colegas. Ahora pasa que sólo tienen estatura, nada más. No saben caminar. No es llegar y desfilar. Hay que prepararse. Es como ir a la Universidad. Hacer un comercial no te hace modelo y esto no es suerte sino conocimiento. Eso pasa porque muchas academias no tienen profesoras que hayan sido modelos internacionales. Les enseñan sólo la caminada tradicional, pero existe la gacela, la X, la europea, en las mujeres. Y la tradicional y europea para los hombres.
- Ese conocimiento que tienes ¿lo has podido entregar en alguna academia?
Sí y por estos días estoy en Producciones Glam en Santiago Centro. Ahí hay chicos humildes y muchas veces los papás no tienen conocimiento para protocolo o como caminar. Hay un montón de cosas como el autoestima en ellos. Ahí soy profesora de pasarela y cada tres meses los chicos tienen desfiles. Estoy contenta porque me interesa dejar un legado y ayudar en algo a que en Chile se valore un poco más a los artistas.