Niditos de amor volvieron en gloria y majestad tras el cierre por pandemia. Señalan que las parejas llegan de a poco y deben someterse a una ardua sanitización por el Covid-19.
Con la inspiración de vuelta y bien dispuestos para levantar sus negocios, varios dueños de moteles volvieron al ruedo en gloria y majestad, luego de largos meses con candado de castidad por culpa del coronavirus.
Al igual que todos los negocios que reabrieron, deben cumplir con estrictas medidas sanitarias exigidas por la autoridad, como alcohol gel, mascarillas obligatorias y distanciamiento. Pero el rubro debe tener mayor ojo, ya que al tratarse de combates cuerpo a cuerpo en sus instalaciones la sanitización tras cada uso se ha vuelto habitual.
"Gran parte de nuestros clientes son parejas furtivas, por lo que al exigir sus datos personales, que nos exige la autoridad para una posible trazabilidad en caso de contagio, no lo ven con muy buenos ojos, pero finalmente lo entienden. Son datos que manejamos sólo de forma interna, y que pasadas unas dos semanas destruimos, por su sensibilidad", señaló Héctor Silva, dueño del clásico Marín 014.
Sanitizadas. "Como funcionamos con habitaciones parejeras, el aforo está controlado, no hay partuzas. Se cumplen estrictamente las normas sanitarias. Luego de cada uso de las habitaciones, estas son rociadas con un atomizador que contiene nanopartículas de cobre. Puedo decir que la gente volvió más hot que nunca", asegura Maxi Fuentes, del motel El Duende.
Toque de queda en Marín 014
Uno de los pocos dramones que quedan entre los visitantes a las habitaciones por hora es que los pille la hora en el toque de queda, el que funciona, al menos en la Región Metropolitana, desde la medianoche hasta las 5 de la mañana.
"Nos dijeron que si nos pillan funcionando durante el toque de queda se viene multa tanto para el pasajero sorprendido como al motel. Ya son 36 años funcionando así que no nos vamos a arriesgar. Si a una pareja lo pilla la hora en el local se tiene que quedar hasta las 5 de la mañana, no queda otra", dijo Héctor Silva, dueño del Marín 014.
El clásico picoteo viene sellado al vacío en "El Marquéz"
"Los clásicos picoteos para recibir a nuestros pasajeros ya no son como antes., contaron desde el motel "El Marquéz". Agregan que "el traguito de cortesía ahora viene en una botellita cerrada, y la tabla de carne y maní ahora viene sellada al vacío, nada queda al azar. Nuestras camareras y empleados están protegidos también a la hora de realizar el aseo en las habitaciones, hay ventilación y sanitización cada vez que se ocupan", acaban desde el motel El Marquez.
A través de monitor muestran piezas temáticas en "El Buda"
"Con esta nueva realidad ya no podemos mostrar las habitaciones, ya que son temáticas. Si entra una persona a una habitación sólo a mirar hay que volver a sanitizar", explicaron desde motel "El Buda". Es por eso que en este templo del amor optaron por mostrarlo con un monitor. "Optamos por mostrarle la habitación en un monitor para recorrerlo en 360 grados, y así no contaminar nada, ni a nadie", remacharon.