La víctima sostuvo que se trataba de cuatro tipos, extranjeros, dos de ellos armados. Entregó su vehículo sin oponer resistencia.
Eran cerca de las 22.00 horas cuando Freddy Panza y su suegro llegaban a bordo de su vehículo a su casa, ubicada en la comuna de La Cisterna. Fue entonces cuando fueron interceptados por una banda de “motochorros”.
En Chile, los motochorros, de acuerdo a Carabineros, suelen ser tipos menores de treinta años que actúan en grupos y su modus operandi, como menciona su nombre, es sencillo: tras abordar a sus víctimas, escapan en una moto. Un fenómeno delictual que, dicen, se exportó desde Argentina.
Según informó el capitán Carlos Pérez, el asalto ocurrió cuando el hombre llamó a su esposa para que le abriera el portón de su domicilio. En ese momento, distraído y a la espera de poder ingresar el auto, le tocó la ventana uno de los asaltantes.
“Es abordado por cuatro sujetos, los cuales circulaban en motocicleta, dos de ellos premunidos con arma de fuego”, precisó el uniformado.
Por su parte, Freddy Panza, la víctima, explicó que “después de ese momento que me dispuse a bajarme el vehículo, no puse resistencia y entregué el auto. Eran cuatro personas, andaban dos motos dos en cada una. Las personas que iban en la parte trasera de ellas eran las que portaban el arma”.
Panza, además, señaló que sus atacantes eran de origen extranjero y que perpetraron el robo a rostro descubierto.
Se trataría, según información preliminar, de una banda de motochorros. Las diligencias investigativas, en ese sentido, las lleva adelante Carabineros, quien ya puso a disposición los antecedentes al Ministerio Público.
“Estamos tratando de ubicar a los sospechosos a través del encargo de la patente del auto de la camioneta”, concluyó el capitán Pérez.