“Era un hombre enérgico, activo, por ahí medio vanidoso. Igual todos estábamos esperando este momento, si ya venía mal, con un coma de hace 26 días más o menos”.
Con un puchito para pasar los nervios y su trago desconocido para capear el calor, Olivia recuerda a su hermano Sergio Olivares, pionero de los restaurantes nocturnos en Santiago con su local Casa de Cena, ubicado en Almirante Simpson, quien falleció de una falla multiorgánica.
Siempre considerado un caballero, decidió incursionar en el mundo de los comensales nocturnos por darle a éstos los mismos privilegios que a aquellos que laburan en el día. “Cualquier persona que venga a comer a las 3 de la mañana se va a encontrar con los mismos platos que se venden a las 2 de la tarde”, dice Olivia, mientras pasea por los salones antiquísimos del local, llenos de recuerdos de varios políticos, actores y famosillos que lo visitan. Esos recuerdos y secretos, Checho se los llevó piolita a la tumba.
¿Qué pasará con el local? “Tendré que quedar yo parece, porque sus hijos ya están todos grandes y trabajando”, dice Olivia.
Si en una de esas conoció a Don Sergio, comió en la Casa de Cena y probó sus míticos pasteles de choclo o sus machas a la parmesana, puede acompañarlo en su último adiós, hoy a las 12 horas, desde la parroquia de Echeñique con Pedro Torres hasta el Cementerio General.