El balance final de víctimas podría ser mucho más elevado, dado que en el momento de la tragedia, había en el lugar más de 400 trabajadores.
Al menos 34 fallecidos y más de 300 personas desaparecidas es el saldo que dejó, hasta el cierre de esta edición, el rompimiento de un dique minero en Minas Gerais, en Brasil.
El hecho se produjo la tarde del pasado viernes en Brumadinho, a 60 kilómetros de Belo Horizonte, cuando se destruyó una represa ubicada en las instalaciones del Córrego do Feijão, perteneciente a la minera Vale, un gigante en el rubro. Esta ruptura produjo una gran avalancha lodosa que sepultó a los más de 400 personas que en ese momento trabajaban en las instalaciones de la empresa.
Esta compañía también se vio involucrada en un incidente de similares características en el año 2015. En ese momento, colapsó una represa perteneciente a la sucursal San marco, perteneciente a Vale. Esa vez, la tragedia dejó 19 víctimas fatales y gravísimos daños ambientales.
Sin embargo, en el accidente vivido el pasado viernes fue de consecuencias mucho mayores. Esto porque el gobernador del Estado de Minas Gerais, Romeo Zema, aseguró que las posibilidades de que las víctimas del accidente sean rescatadas con vida son mínimas.
Multa. El gobierno brasileño multó por 250 millones de reales (66,5 millones de dólares) a la empresa Vale, por infracciones relacionadas a la contaminación de tierra y agua, y eventuales daños a la salud. El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, explicó que "ya se aplicó" la multa a la gigante minera.
En tanto, el presidente Jair Bolsonaro envió un mensaje vía Twitter: "Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para atender a las víctimas, minimizar daños, investigar los hechos, exigir justicia y evitar nuevas tragedias".
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