Una pareja de Pencahue, Región del Maule, vive una dramática espera ya que en tres meses, si todo continúa normalmente como hasta ahora, nacerá su hijo de sexo masculino, pero en un mismo cuerpito habrá dos cabezas. Los médicos ya les han dicho a ella y a su marido que hay pocas posibilidades de sobrevivencia.
Este tiene como protagonista a Ana Castillo (39), madre de dos hijas. El niño que espera presenta dos cabezas, un corazón y medio y dos estómagos.
"Si mi hijo tiene dos cabezas, no me importa, yo lo quiero como venga", dice enfática Ana, mientras observa la última ecografía de su bebé en la que se aprecia un feto bicéfalo de seis meses de gestación. Sin embargo, agrega " el problema es que tiene un corazón y medio y por eso los médicos dicen que se va a morir en cualquier momento".
Desde el consultorio de Pencahue fue derivada al hospital de Talca, desde donde se informó que "el feto posee una cardiopatía aguda, y es bicéfalo con alta posibilidad de mortalidad durante el embarazo o al momento del parto".
Su médico tratante, el doctor Jorge Becker, explicó que a través de la ecografía "al tercer mes se identifica claramente un feto con un cuerpo en común y dos cráneos completos, posteriormente al cuarto mes aparece una sospecha alta de una cardiopatía congénita, la que se confirma al quinto mes de embarazo. Se trata de un corazón muy malformado con seis cavidades en vez de cuatro, que en el fondo es como si no hubiese alcanzado a dividirse por completo, porque esto es casi como un tipo de gemelos siameses, si bien no ocurrió la división de los cuerpos".
Añade el galeno que la situación es muy extraña "ya que sólo existe un caso de siameses por cada cien mil nacimientos, según estadísticas mundiales, y el de esta paciente correspondería al tipo menos común de siameses, lo que hace su caso mucho más raro".
"Tengo la ilusión de que mi hijo viva", remachó Ana.