Murales gigantes hacen de Macul un museo al aire libre

Nada que envidiarle al Museo del Louvre en París, o al MoMA de Nueva York, tiene el primer museo a cielo abierto en Macul, el que se puede ver de todos lados, y lo mejor es que es al gratín para los "visitantes".

Se trata del MUMA VIMASUR (Museo Macul Vicuña Mackenna Sur), proyecto organizado por el colectivo "Ha Crew" y la junta de vecinos de la población Vicuña Mackenna Sur, donde están los murales, que busca recuperar los espacios públicos y la calidad de vida de las personas por medio del arte y la cultura.

"Queremos visibilizar el barrio, acercaremos la inversión pública y privada para incrementar la infraestructura urbana de plazas y luminarias. Nuestra misión es en un futuro convertirnos en el primer barrio museo chileno y ser el hito turístico permanente más importante de Macul", explicó Carlos Molina (Gesak), artista y director del MUMA.

Hasta el momento existe un mural de 120 metros de largo por 3 metros de alto, donde participaron varios artistas, los que le dieron vida y color a la comuna. En tanto el 25 de septiembre iniciaron el proyecto más ambicioso: plasmar 18 obras en la misma cantidad de departamentos. Hasta ahora van dos, el mural del cantautor nacional Víctor Jara (en la foto) y otro de emoticones.

"Empezamos a juntar firmas y autorizaciones el 2018. Todo ha sido lento, pero ahora ya estamos acá y tendrá un buen fin. Hasta ahora los dos murales grandes, de 11 metros de altura por 7 de ancho han tardado en promedio 4 días, y ya hay gestión para sumar a más artistas", agregó a La Cuarta Felipe Gamboa, tesorero de la junta de vecinos de la población Vicuña Mackenna Sur, y uno de los coordinadores de la iniciativa.

Arte y color en Macul

Los vecinos están súper contentos con estas obras de arte a pasos de sus viviendas, las que han cuidado como si se tratara de la Mona Lisa o el Guernica de Picasso, por lo que están atentos a si algún creativo quiere poner su "firma" o algún cartelito con la candidatura de algún político.

"Este hermoso vecindario, que parece congelado desde los años 90´s, lo estamos recuperando de forma democrática y participativa, donde destacados artistas nacionales e internacionales, en conjunto con los vecinos, crean una nueva forma de entender el espacio público, un lugar reflexivo y contingente donde la educación proviene desde los colores y el arte", contó Gesak.

Además los vecinos han cooperado activamente, llevándole una bebida o una sanguchito a los artistas, prestando energía para iluminar cuando se esconde el sol, o para cargar la escala mecánica con la que los capos del pincel pintan las paredes desde las alturas.

"Queremos llenar de vida el barrio de acá en Macul, convertirlo en un polo de turismo, que la gente venga a ver estas obras. Sabemos que con eso llegarán las áreas verdes, una mejor iluminación y más seguridad. Los aportes para pintura y pagarle a los artistas son siempre bienvenidos", indicó Gamboa.