Murciélagos hacen previa de Halloween con chicha de Curacaví

Desde hace 8 meses que Laura Ramírez (35) y su familia viven como si fuera un permanente Halloween, todo por culpa de una colonia de más de 100 murciélagos barsas que utilizan su hogar como baticueva.

La eva pertenece a una de las 77 familias afectadas de la Villa San Pedro de Curacaví, quienes lo único que piden es que manden a volar esos feos animales bien lejos.

"Esos bichos asquerosos no me dejan dormir. En cuanto anochece, salen y regresan cuando empieza a salir el sol", dijo.

Los patudos inquilinos, además de salir a patiperrear a horas no adecuadas para gente de bien, chillan como locos para coordinar sus salidas, lo que tiene con depre a la pobre Laurita.

Por si fuera poco, hace unas semanas tuvo que desalojar de la despensa a un primo de Batman que andaba con el bajón.

"Fue asqueroso. Sentí ruidos en la despensa y nunca imaginé que iba a estar uno de esos bichos allí. Yo, que les tengo miedo a los ratones, tuve que armarme de valor para matarlo a escobazos", contó a La Cuarta.

Tras el traumático incidente, Laura se comunicó con la Seremi de Salud para que vieran qué onda con el murciélago, el cual, tras la autopsia, reveló que estaba infectado de rabia.

Sin embargo, lo que más enfureció a Laura, fue lo que, según ella, le dijeron en la Seremi.

"Ellos me aseguraron que si mataba a otro murciélago me podía ir presa. No lo entiendo, pareciera que les importa más la vida de un murciélago que la mía o la de mi familia".

Brazos cruzados

Consultados por el diario pop, fuentes de la Seremi aseguraron no poder hacer nada para desaparecer la plaga, ya que de acuerdo al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) son especie protegida por ley.

“Creo que en el verano dejaré esta casa botada y me iré a la de mis papás en Santiago. Dejaré a esos murciélagos que me cuiden la casa”, dijo Laura, con toda la rabia.

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