Murdock: "No tengo polola, soy muy antisocial"

Si hablamos de Elías Escobedo tal vez no tenga idea quién es. Pero si le contamos que es la mente tras Murdock, de una cachará que es el comediante que salió segundo en “El Rey del Show” de Chilevisión y ahora participa en “Hazme Reír” del mismo canal.

El cabro, de 27 años, siempre supo que lo suyo era la ironía, la calle y el humor negro. El 2005 entró a la compañía “Titereariqueños” y de ahí en adelante nació su cercanía con los monos. “Yo era el aderezo del show de Marcelo Caroca con el personaje Calavera, que era como “La muerte” con una actitud parecida a Murdock. Era más pesado que la cresta. Después me retiré y seguí solo”, contó.

Si en la actualidad aún hay gente que se escandaliza con sus irreverentes rutinas televisivas y a través de de YouTube, y cuando era estudiante siempre tuvo problemas con sus profesores e inspectores. Por lo mismo debió cambiarse varias veces de colegio. “En los colegios flaites lo pasaba la raja, fue la mejor parte de mi educación”.

NACE EL LAGARTO

Con la ayuda de su mamá creó el cuerpo de Murdock y una amiga le diseñó el rostro. "Antes era feíto. El cuerpo siempre ha sido el mismo y la técnica también, pero ahora está más estilizado. Antes era más gordo y tenía la boca ancha", copuchó a La Cuarta.

A pesar de aparecer en la tele, Elías no se ha vuelto loco con la fama y las luces, y cuenta que todo lo que gana lo comparte con sus compipas más cercanos. “Sigo viviendo una vida normal. Toda la plata la he guardado y lo que me compré fueron unas zapatillas porque se me habían roto. La plata es para mi hija y para salir con mis amigos, ya que comemos harto”.

Aunque harta gente lo sigue, cuando llega a casa no tiene ninguna pierna suave que le haga cariño para desestresarse. “No tengo tiempo para pololas. Soy muy antisocial, mi humor es demasiado pesado y por lo general a las personas no les gusta mi forma de ser. Me junto con la gente precisa”.

Hoy Murdock se proyecta como uno de los comediantes más alocados y confiesa ser seguidor de Coco Legrand y el Flaco y el Indio. Eso sí, no está de acuerdo con contratos millonarios. “Bombo Fica hace reír, pero creo que pagarle 80 millones -cuando fue a Viña- a una persona por contar chistes es un robo”, arremetió.

- ¿Cuál es la gracia de tu humor?

- No tiene gracia, es la forma en cómo lo interpretas. Cuando llega un títere y dice una cosa indebida es lo más chistoso del mundo y yo siempre he sido así.

- Cuenta la firme, ¿irías al Festival de Viña?

- Voy donde quieran si el público me quiere ver.

PEPE LÍCANO LE HACE COLLERA CON SU HUMOR BLANQUITO

Al parecer el norte es cuna de títeres y monos pasados pa’ la punta.

Pepe Lícano es amigo de Juan Salvador Gaviota y tiene un solo amor: la alcaldesa de Antofagasta, de 32 primaveras, Karen Rojo. “Yo la amo, si hasta le escribí un poema. Karen Rojo es rica e inteligente/Se preocupa de los animales y el medioambiente”. Se jura poeta el pajarraco.

“Me gustaría llegar a ser asesor de Karencita, para estar todo el día con ella… ¡Es taaan linda!”, suspira. Luego Pepe Lícano se va volando sin despedirse. “Disculpe amigo, es una emergencia. Me cayó mal la reineta”.

La apuesta humorística del pelícano es más piolita en comparación con las rutinas del lagarto naranja, ya que el mono colorinche lanza chistes más blancos, y sin doble sentido busca hacer una crítica constructiva a la sociedad por medio del ingenio y la creatividad. “Murdock de repente se va en la volá con sus chistes, pero aun así valoro su trabajo”.

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