Según el proceso de peritaje, el 95% de ellos fueron atacados con rifles de francotirador o “armas de pequeño calibre”.
Este fin de semana, el jefe de policía de la región de Kiev, Andriy Nebytov, ofreció una conferencia de prensa en la que confirmó que desde el inicio de la invasión de las tropas rusas en el territorio ucraniano, se han identificado 900 civiles muertos en la zona, cifra de la cual 350 corresponden al sector de Bucha.
“Subrayo que se trata de civiles, cuyos cuerpos hemos encontrado y entregado para un examen forense, para así tener un examen detallado. Todas estas personas murieron a manos del ejército ruso”, manifestó el dirigente policial según declaraciones rescatadas por la agencia Ukrinform y revisadas por Deutsche Welle, para luego añadir que también se detectó “un número significativamente menor en los distritos de Vyshgorod y Brovary”.
Actualmente, las autoridades de la zona se encuentran revisando los sectores atacados para llevar un registro en las cifras de víctimas, aunque en palabras de Nebytov, están “seguros de que todavía hay cuerpos de fallecidos bajo los escombros”. Asimismo, añadió que varias de estas personas fueron “simplemente ejecutadas”.
En el caso de Bucha, el dirigente policial explicó que también se encontraron dos fosas comunes al interior de la ciudad. Según sus declaraciones, hallaron 40 y 57 cuerpos respectivamente, los cuales fueron sometidos a procesos de peritaje y se determinó que el 95% de ellos fueron atacados con rifles de francotirador o “armas de pequeño calibre”.