Dicharachero y bueno para la talla. Así conocían en Coquimbo a Óscar Pereira, el edil de la ciudad que llenó de estilo La Pampilla y que ayer falleció producto de un cáncer de estómago a las 05.05 de la mañana.
Tras una descompensación producto de la enfermedad, el alcalde entró en coma a la Clínica Elqui, donde murió a la hora después.
“El hombre de blanco”, como era conocido por sus inicios como técnico paramédico, fue un coquimbano de tomo y lomo, dicharachero, con la sonrisa a flor de labios y muy tallero.
“Una vez me regaló la camiseta de Coquimbo Unido y en más de alguna oportunidad, al final de un discurso me echó su talla”, recordó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien decretó duelo regional por el deceso.
“Ha partido el alcalde del pueblo, un hombre cercano, amigo de la gente, capaz de dialogar con todos por igual, sin distinción política o de religión. Dejará una huella imborrable en la política chilena”, afirmó en una declaración el alcalde subrogante de la ciudad, Jorge Díaz.
Al edil se le reconoce el enorme levantamiento de La Pampilla, que desde su gestión se convirtió en una fiesta reconocida y de gran popularidad durante las Fiestas Patrias, además de sacar el Mundial Femenino sub 20 y dejar a su muni con cero deuda.
El cuerpo del alcalde será trasladado hasta el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, donde lo velarán.
El funeral se realizará el domingo en el cementerio municipal de Coquimbo, a partir de las 11.00 horas.
