Las nanas peruanas que el martes fueron laceadas por la PDI con las joyas de su patrón en las manos, tenían pasajes vía aérea para regresar a Perú. Ayer su patrón las vio por última vez en el tribunal.
Sergio Ibarra (52), abogado, dueño del estudio jurídico "Ibarra y Asociados" y profe durante 15 años de la asignatura "Derecho Penal" en la Universidad Finis Terrae, quiso estar presente en la formalización de cargos de las cholitas manilargas.
"No tengo ánimo de venganza. Sólo vengo a cumplir con mi deber y la justicia", explicó el jurista, quien denunció el millonario choreo efectuado -según los sabuesos- por sus empleadas, Kenia Mormontoy (22) y su madre, Melva Pérez (38).
El pasado 4 de noviembre llegó hasta su ruca en Chicureo y al toque notó que "algo" andaba mal. Desaparecieron 15 palos en especies.
"Hasta ese día jamás había desconfiado de ellas. Kenia trabajó conmigo el año pasado y hace cuarenta días que volvió. Me pidió volver", recordó.
"Hay nanas buenas y malas, como en todos lados. Hay que preocuparse de los antecedentes", reflexionó. El parcito fue detenido antes que tomaran un avión. La Fiscalía Centro-Norte amplió su detencion hasta hoy.