Nano es de oro: Arma eventos sin cortar ni uno

Hace 20 años a uno de sus compañeros de trabajo le detectaron cáncer a los huesos. Preocupado, Fernando Pérez organizó un evento solidario para ayudar a su cumpa. Y todavía lo sigue haciendo, aunque ahora es por enfermos que no conoce y sin cobrar ni un veinte.

Fernando trabaja hace 42 años en la misma empresa de filtros para vehículos, es casado y tiene dos hijas. Aunque su vida pueda parecer súper común, no tiene nada de corriente.

Cada fin de semana, Pérez se transforma en productor, animador e incluso cantante. Y todo por reunir algunos morlacos que ayuden a costear los caros tratamientos de enfermos. "Dios me mandó a mí para ayudar a las personas", asegura.

"Nano Sabor", el nombre artístico del superhéroe, reveló al diario pop que en el primer evento tiritaba como canasto de guatitas, pero ahora ni se arruga y hace lo que sea con tal de ayudar a los que sufren y a sus familias.

"Una vez fuimos a hacer un evento en una población, pero era muy peligroso y nos escoltaron los carabineros. El gimnasio era precioso, pero fue poca gente por miedo. A mí no me da miedo, lo hago por ayudar", sentencia Nano.

El cucharón del productor es tan grande que no gana ni un cobre, pese a que ¡armar un evento es caleta de pega! Acuérdese no más de su matrimonio o del bautizo del broca cochi.

Pero como no hay evento sin artistas, "Nano" cuenta con un ejército de cantantes-imitadores tan paleteados como él.

El doble de Zalo Reyes, Carlos Caro, que la rompió en "Mi Nombre Es" de Canal 13, es el primero en cuadrarse con Nano Sabor.

Los calcos de Sandro, Cecilia, Juan Gabriel, Leo Dan, Marco Antonio Ríos y Germán Casas también dicen presente cuando hay que afinar las cuerdas por quien lo necesita.

"La gente me llama y nos organizamos. Hago un promedio de dos eventos por mes. A veces se me juntan varios en un solo día, pero si puedo, los organizo igual. Me siento feliz cuando ayudo a las personas", versa el corazón solidario.

-Don Fernando, ¿cuál es el caso que más recuerda?

-(Se emociona) El de un niño que tenía 14 años, nació con un problema en la cadera y cojeaba, caminaba como pisando con la punta del pie. Su tratamiento era muy caro, pero juntamos la plata, lo operaron y ahora juega fútbol.

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