Priscila Alfaro vive hace cinco años en una minivivienda de un poco más de 23 m2. Los mismos que se pusieron en debate después de conocerse su alto valor comercial a pesar de su acotado espacio. A ella le acomoda: "Es una forma de vida que apuesta a la austeridad".
Con la intención de encontrar un lugar donde pudiera descansar después de un día de trabajo, y con un valor de arriendo que le permitiera ahorrar plata para fines recreativos, Priscila Alfaro (43) llegó hasta un departamento ubicado en Quinta Normal, lugar donde ha desarrollado su vida en los últimos cinco años.
El inmueble no supera los 23 metros cuadrados y, salvo el baño, todos los espacios están distribuidos en el mismo lugar. De la cocina pasa a la habitación, que también sirve como living y comedor. Tres pasos más allá se encuentra el pequeño balcón, que con creatividad ha logrado establecer como un lugar para que crezcan plantas.
"Llegué por un aviso en internet y cuando lo ví dije 'es el lugar para mí'. La mayoría de las personas se enfoca mucho en las cosas y no en las acciones. Yo soy de hacer cosas, de salir, por eso me acomodaba un lugar pequeño. Para dormir, hacer mis cosas, cocinar. Mi vida la hago afuera, entonces el espacio era ideal", cuenta la mujer.
El tamaño de su departamento nunca fue tema para Priscila. Asegura que en el breve espacio que tiene es capaz de organizar sus comidas, sus libros, la ropa y sus productos de belleza. Lo único que le hace ruido es no poder tener una cama de dos plazas, aunque "no es tan grave. Duermo súper bien. Vivo una forma de vida que apuesta a la austeridad", dice convencida.
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El tema de los departamentos pequeños tipo estudio reflotó en nuestro país después de que una constructora mostrara un anuncio donde ofrecía la venta "en blanco" de un inmueble de 17,80 mts2 a un costo de 62 millones de pesos, lo que generó indignación en redes sociales. Tanto así que el propio diputado Gabriel Boric salió a cuestionar el aviso.
"Esta empresa (Inmobiliaria Armas) se pasó. 60 millones se pesos por un departamento de 18 m2 (más 1 de terraza) en Parque Almagro. Y así va creciendo la burbuja inmobiliaria al amparo de la voracidad de empresas como ésta", escribió el diputado.
Para Gerardo Ureta, académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Mayor, este tipo de construcciones llena la necesidad de cierto grupo de personas que no tienen dramas en habitar un espacio pequeño.
"Hay una alta demanda por este tipo de construcciones. Se hacen y la gente los compra y viven felices. Es evidente que las personas están viviendo cada vez más solas y estos departamentos vienen a cubrir esa necesidad. Desde el punto de vista público hay problemas porque al ser pequeños pueden traer afectaciones como mayor densidad poblacional, congestión vehicular. Mayores flujos, contaminación, aumenta la demanda por infraestructura y servicios que obliga al Estado a invertir", comenta.
Arriendo
Una de las personas que deseaba cubrir esa necesidad es Camilo Henríquez, a quien lo encontramos en una reconocida corredora de propiedades cotizando un departamento en San Miguel de 24 metros con un costo de arriendo de 275 mil pesos.
"Trabajo en Las Condes y lo ideal es quedar bien ubicado, cerca del Metro. El tamaño es ideal porque tengo pocas cosas y no pretende pasar mucho tiempo en el departamento, solo el fin de semana", comenta el joven de 29 años.
Gobierno evaluará construcciones
Las dimensiones de los departamentos que se construyen en nuestro país no están regulados por ley, por lo que la contrucción de nanodepartamentos no puede paralizarse judicialmente. Sin embargo, tras la polémica que se generó por la publicación del departamento de 17 metros cuadrados, el ministro de Vivienda, Cristian Monckeberg, aseguró que se comenzó a evaluar los metros construidos.
"Nosotros estamos absolutamente conscientes y lo creemos en profundidad, que para que una familia se desarrolle de buena manera se necesita un mínimo de espacio y claramente es muy superior a lo que hemos conocido, con estas mini viviendas o nanoviviendas", destacó el ministro.