A pesar de que la constitución del país no permite la reelección inmediata, el mandatario encontró un vacío legal.
Durante la jornada de este domingo se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en El Salvador, en las que el Tribunal Supremo Electoral determinó que Nayib Bukele ganó con una amplia mayoría. Si bien en el país no está considerada la reelección inmediata, el mandatario se las ingenió para burlar esta cláusula.
A finales de noviembre, Bukele señaló que “dentro de tres días aproximadamente voy a pedir una licencia a la Asamblea Legislativa para dedicarme a la campaña, y no estaré ejerciendo como presidente”. Por lo que junto con dimitir al cargo por seis meses y designar a su reemplazo, se enfocó en ser elegido por los votantes.
Tras los resultado que el propio presidente salvadoreño se encargó de compartir, se confirmó que tendrá un segundo mandato de cinco años. Según comentó, arrasó en las urnas con más del 85 % de los votos.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85 por ciento de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo. Nos vemos a las 21.00 horas (hora local) frente al Palacio Nacional. Dios bendiga a El Salvador”, ha publicado Bukele en su cuenta de X (Twitter).
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