Miembros de las dos facciones del movimiento, “renovadores” y “evistas”, se trenzaron en una violenta pelea donde se lanzaron sillas y otros objetos que tenían a mano.
En Sacaca, pueblo al norte de Potosí, el pasado sábado se llevaría a cabo el congreso departamental del Movimiento al Socialismo (MAS) para elegir a nuevos dirigentes. Se llevaría, porque el evento, que inauguró el mismísimo Evo Morales, jefe del partido, acabó con un violento enfrentamiento entre sus propios militantes.
En las imágenes, que pronto se viralizaron en las distintas redes sociales, se puede constatar cómo miembros de ambos bandos, los “renovadores” y los “evistas”, algunos de ellos luciendo la vestimenta característica de esa zona de Bolivia, intercambian sillazos y destruyen muebles o los equipos de sonido dispuestos para la ocasión.
Todo habría comenzado cerca de las 23 horas, cuando surgieron las primeras protestas desde un sector, que acusaba la falta de renovación por quienes llegaron al directorio. Según consigna El Deber, diario local, fueron los “renovadores” los que se molestaron porque los nuevos dirigentes pertenecen al grupo de confianza de Evo Morales.
“Necesitamos que se enamoren por la patria y no por la plata, pero incluso en el MAS tenemos esas dificultades”, dijo tras los incidentes el propio Morales en conversación con la radio Kawsachun Coca.
Y agregó: “Su pretexto de renovación es oportunismo puro. Esos compañeros que dicen renovación están con ambición y no están por convicción en un proceso revolucionario. El pueblo necesita no conservadores ni reformistas, sino patriotas”.