La revancha del nerd Nicolás López no tuvo final feliz

Dos meses después del reportaje de revista "Sábado" que denunció los casos de acoso y abuso sexual del director de teleseries Herval Abreu, el mundo del espectáculo chileno volvió a estremecerse con una nueva serie de denuncias contra otro poderoso director: Nicolás López, responsable de éxitos cinematográficos de taquilla nacional como "Qué pena tu vida", "Promedio Rojo" y "Sin Filtro".

El cineasta (35 años) recibió las acusaciones de ocho mujeres, entre ellas, las actrices Andrea Velasco, Josefina Montané, Lucy Cominetti y María Jesús Vidaurre, todas por acoso laboral y conductas sexuales abusivas.

Admirador de Woody Allen, quien lo inspiró para poblar su universo cinematográfico de personajes neuróticos, humor negro y parejas en crisis, López logró fama gracias a sus comedias con tintes autobiográficos.

El hijo mayor del publicista Fernando López y la dueña de casa Carolina Fernández, desde su más temprana infancia mostró su obsesión por el Séptimo Arte y la cultura pop.

A los 10 años comenzó a filmar pequeños cortos con la cámara de video de sus padres. Dos años después publicó "Memorias de un pingüino" en Zona de Contacto, en donde hablaba de las dificultades de ser nerd en un colegio privado.

Su primera película, "Promedio Rojo" (2004), sigue ese mismo camino, reflejando el rechazo social que sufren los ñoños y la dificultad para lograr el amor, debido a su carácter e imperfecciones físicas.

Lejos del final feliz

A diferencia de lo que ocurre en las comedias adolescentes, donde el perno se vuelve atractivo y enamora a la bella compañera viviendo felices por siempre, en la historia de López, el final, por ahora, está lejos de ser feliz.

Según el reportaje de "Sábado" de El Mercurio, el director de cine nunca superó estar en el "lado nerd de la vida" y cuando llegó su momento de gloria usó ese poder para abusar y denigrar a las mujeres.

Frases como "me fascinan las mujeres y soy un degenerado. Para hacer películas tienes que ser un degenerado" o "a pesar de ser un guatón de mierda no hay mayor afrodisíaco que el cine. Entonces siempre he tenido la oportunidad de estar rodeado de minas, que a veces uno las puede emborrachar", son esgrimidas por quienes hacen eco de las acusaciones contra el cineasta.

Hace dos semanas, Nicolás anunció que haría una película que abordaba el acoso sexual. "Estamos trabajando el guión, viendo qué significa el acoso y ahí te empieza a dar vergüenza ajena todas las veces que uno como hombre ha sido desubicado, torpe en la seducción, muy insistente, o jote", dijo.

El comunicado publicado en su Instagram, donde defiende su inocencia, retoma el mismo punto. "Defiendo el derecho de denunciar cualquier tipo de abuso. Pero no entiendo lo que está pasando ni el quiebre de relaciones de confianza y cariño de años. Si a veces he sido desubicado, pido perdón. No soy acosador ni abusador".

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