Terminó la primera pata de la Copa América y nadie dudó en catalogar a Neymar como el gran fracaso del Torneo, al dar jugo en el partido ante Colombia y recibir una sanción de cuatro fechas, de parte de la Conmebol, tras ser expulsado.
El jugador del Scratch se viró del país y en su llegada a Brasil abrió el tarro y contó su versión de los hechos acontecidos con el pito nacional, Enrique Osses.
En cháchara con Globoesporte, el jugador del Barcelona negó haberle dicho "hijo de pu...", como indica el informe, y justificó su presencia en el lugar. "estaba en el túnel y acabé esperando al árbitro para preguntarle por qué me había expulsado", dijo mientras le crecía la nariz. ¡Sí, oh!
"Empezó un lío porque llegaron los agentes de seguridad pensando que estaba más nervioso de lo que en realidad estaba, pensando yo que sé… que iba a pegarle o lo que sea. Y acabó creándose todo eso", agregó.
El jugador quiere dejar atrás la polémica y espera que su selección llegue a la final. Mientras tanto, se chantará la zunga para dar rienda suelta a sus vacaciones.