"Háganme el favor de velarme como es debido (...) Cuidadito con velarme en el salón de honor de la universidad o en la casa del escritor, de esto no cabe la menor duda, malditos sean si me velan ahí (...) Terminado el velorio quedan en libertad de acción, ríanse -lloren- hagan lo que quieran, eso si que cuando choquen con una pizarra, guarden un mínimo de compostura: en ese hueco negro vivo yo".
Así fue el adelanto que hizo hace 50 años Nicanor Parra de lo que quería para su despedida, en su poemario "Obra Gruesa", un adiós que finalmente se concretó ayer cuando falleció a la edad de 103 años en su casa de la comuna de La Reina.
El antipoeta y hermano de Violeta Parra, deja un legado invaluable que quedó plasmado en los más importantes reconocimientos, como el Premio Nacional de Literatura (1969), Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2001), Cervantes (2011), o el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
Al recibir esta última distinción, obviamente, hizo gala de su genio y aseguró que "no es la primera vez que me dan un premio que no merezco y espero que sea la última (...) Me querellaré contra quienes resulten responsables".
Su historia literaria partió el año 1937 con la publicación de su primer libro "Cancionero Sin Nombre", aunque su obra cumbre vino 17 años después, con la edición de su segundo y más importante libro, "Poemas Y Antipoemas".
"Si no fuera por Pinochet..."
A partir de ahí vino el inicio de una nueva corriente, a la que el profesor de matemáticas, físico y cosmólogo, decidió agregarle un rasgo diferenciador, mezclando la literatura y obras visuales, con montajes de sus conocidos "Artefactos".
Uno de los más polémicos fue "El Pago De Chile", obra que montó en el Centro Cultural Palacio de La Moneda, donde colgó del cuello las imágenes de presidentes de nuestro país.
Su relación con contemporáneos como Pablo Neruda fue de dulce y agraz, tomando en cuenta que siempre criticó la poesía tradicional, aunque admiró el trabajo del Premio Nobel.
"Yo sentía mucho no poder sentarme con Neruda, así como hermano, como amigo, tranquilamente a conversar", se quejó alguna vez Parra.
En cuanto a la política, nunca se abanderizó con posturas, aunque llamó la atención el encuentro que tuvo en Washington en 1970 con la esposa del presidente Richard Nixon en la Casa Blanca, y la opinión que tenía de Augusto Pinochet.
"Por una parte es un salvador, si no fuera por Pinochet estaríamos como Cuba. Eso es un hecho. Pero enseguida las atrocidades que se cometieron. Uno quisiera un salvador sin atrocidades. ¿Cómo junta uno las dos cosas? La atrocidad con una operación de salvataje. Si uno quiere pensar en grande la cosa, no hay tal salvador. Un salvador a corto plazo ¿para qué? Un mecanismo que se llama consumismo, pan para hoy y hambre para mañana", indicó.
Lenguaje simple
Leonidas Morales, académico de la Universidad de Chile y autor de "Conversaciones Con Nicanor Parra", cuenta a La Cuarta que su relación con Parra partió de un encuentro totalmente casual en Los Ángeles, Estados Unidos, en los años 70.
"Coincidimos y establecimos una buena relación rápidamente. En ese tiempo comenzamos a vernos y hablar. De ahí surgen las 'Conversaciones Con Nicanor Parra'".
Recalcó que "el legado de Nicanor es la importancia histórica que tiene la antipoesía en Chile. Introduce un cambio fundamental en la literatura, que hasta entonces, era marcada por Neruda o Rokha. Luego de la irrupción de Nicanor nos acostumbramos a leer poesía con lenguaje de todos los días, lo que antes no pasaba".
El Gobierno decretó dos días de duelo oficial y el velorio de Parra se realizará mañana en su casa de Las Cruces, Región de Valparaíso, donde vivió gran parte de sus últimos años.