El capitán confesó qué siente al ser parte de los 18 mejores equipos de la Copa Davis. El viñamarino no se achica ante ningún rival. Para él, nada es imposible.
Cuando Christian Garin derrotó al austriaco Jurij Rodionov, Nicolás Massú corrió a abrazarlo y ambos terminaron dando vueltas por la arcilla. Esa celebración les recordó a muchos lo ocurrido en Atenas, donde el viñamarino hizo lo mismo con Fernando González, tras ganar el oro en dobles.
El capitán del equipo chileno reveló a Sábado la razón de su apasionado festejo: "Sentí una felicidad absoluta del trabajo que se viene realizando hace cinco años".
El ex tenista sabe que ha sido catalogado como el corazón del equipo nacional por la pasión que imprime en cada partido. Algo que utiliza a su favor como entrenador.
"Cada persona tiene su personalidad. Yo empecé a jugar Copa Davis a los 15, 16 años, por lo tanto, llevo muchos años en esto, antes como jugador y ahora como capitán, por lo que trato de traspasarles todas las experiencias que agarré como jugador ahora desde mi nuevo rol", señaló convencido.
Nicolás reconoce que su espíritu guerrero y motivacional es algo que lo trajo desde que nació. "Siempre he tenido esa personalidad, digamos desde chico. También me encanta estar cerca de la Copa Davis y representar a Chile", confiesa.
Por eso, sobre el nuevo desafío que deberá afrontar contra Alemania y Argentina, por el grupo C, no se achica. Mal que mal, es él el creador de la famosa frase "nada es imposible, w...". Una consigna que es verbo y no sustantivo, a lo Arjona.
"Es un orgullo estar entre los 18 equipos del mundo, están los mejores ahí. La verdad para nosotros es una ilusión muy grande poder participar en esta Copa Davis, que se hará en Madrid por primera vez de forma diferente".
Sobre los rivales que enfrentarán, el "Vampiro" reveló que "con Argentina nos conocemos. Jugamos el año pasado en San Juan, una serie muy cerrada, terminamos perdiendo en el quinto punto. Los jugadores se conocen, comparten mucho en el circuito, por lo tanto es una serie difícil para los dos. En cuanto a Alemania, tienen grandes jugadores también, independiente si juega Zverev o no".
El viñamarino ha tenido mil batallas en la Davis y sabe que, a pesar de no ser favoritos, todo puede pasar. "Independiente de quién esté, nosotros tenemos que llegar preparados y enfrentar a los rivales que sean, Alemania, Argentina, y si se llega a avanzar, contra quien nos toque. Tenemos toda la ilusión de poder hacer un buen trabajo".
El Nico sabe que tendrán un desafío complejo, pero confía ciegamente en sus jugadores. "Tenemos un gran equipo. Es increíble la entrega que han puesto (los jugadores) estos cincos años que llevo como entrenador, estoy contento, por lo que han hecho, por el rendimiento, por la unidad que hay, por la buena onda, por el respeto, por representar a Chile de la mejor manera. Estamos muy bien y con muchas ganas".
Massú confesó que no hay nada que lo motive más que ponerse la camiseta de Chile. "Tanto como jugador o ahora como entrenador, representando a Chile, escuchar el himno nacional, ya sea en unos Juegos Olímpicos, Copa Davis o en cualquier parte del mundo, me emociona. Para mí es un honor representar a mi país y siempre trato de entregar el cien por ciento y creo que eso son las cosas más bonitas que me ha entregado el deporte".