Pese a que todos los expertos en pronósticos del tiempo lo dijeron, mucha gente pensó que la nieve prometida sería un fraude parecido al paso del cometa Halley por Chile en 1986, cuando no se le vio ni la cola.
En el diario pop la reportera Seigi Miranda escribió sobre la tormenta que se venía y durante la noche del viernes algunos incrédulos ya habían comenzado a dudar de la veracidad de su información, por eso cuando en su casa a las tres de la madrugada cayó el primer copo, nuestra eufórica compañera comenzó a compartir fotos del extraño fenómeno climático que muy bien describió.
Es verdad que la tormenta causó molestias y daños de diversa consideración, pero debemos destacar que por fin la nieve, esa capa blanca que cuando el smog nos permite, vemos tan cerca en la cordillera, estuvo al alcance de la barra pop que sólo la puede tocar en algunas cajitas de fósforos.
Joaquín Lavín el 2003 intentó recrear en la ciudad la sensación de la nieve entre la gente que no puede acceder a ella, pero no era lo mismo, y muchas municipalidades con buenas intenciones realizan paseos para que sus vecinos se tiren en bolsa. Son grandes iniciativas que lamentablemente benefician a un número menor de gente.
Los que siempre van a centros de esquí se refieren a sus paseos como "subir", pero ayer por fin la nieve bajó y la carita de los niños que la conocieron por primera vez ¡fueron un regalo del cielo!
Monitos de nieve invadieron la capital
Un síntoma que evidenció que en el gran Santiago nieva tarde, mal y nunca, es que los cientos de monos de nieve que sus habitantes hicieron quedaron más feos que pegarle a la abuelita.
Y no fueron sólo los capitalinos quienes demostraron sus pésimas dotes para el diseño de figuras de nieve, porque en las regiones que también se tiñeron de blanco las figuras eran igual de federicas.
El único que sacó la cara en Plaza Italia fue un lolo de Antofagasta llamado Orlando Fernández, el cual realizó una réplica en miniatura de una construcción china.
Tan linda le quedó su obra a Orlando que, sin exagerar, cientos de personas le pidieron permiso para fotografiarse con su realización que ahora se puede ver en caleta de perfiles de Facebook.
Para la mayoría de los haitianos fue su primera vez
Los inmigrantes no se quisieron quedar fuera de la fiesta de la nieve y muchos jugaron como cabros chicos, pero fue un joven llamado Djeson quien se robó la película, porque entrevistado por el diario pop confesó que no había conocido la nieve hasta ayer, y cuando le preguntamos "qué le pareció" dijo: "Malo, malo. Yo vengo de Haití. No me gusta: duelen las manos, la cabeza, todas las partes de mi cuerpo".
Mikaela y Leslie ( en la foto) también son inmigrantes; ella es dominicana y él haitiano, y contaron que la sensación de la nieve fue "increíble", algo nunca visto en sus países.
En tanto, el colombiano Carlos Ruiz disfrutó del fenómeno con su hijo Víctor, de siete años. "Trabajo en la construcción, llevo diez años en Chile y me vine en busca de mejores oportunidades", dijo, y sobre la nieve manifestó que para él es como "la octava maravilla del mundo".
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