El alumno de 11 años escribió una carta donde identificó a sus agresores y pidió ayuda al colegio, la que nunca se habría ejecutado.
Un nuevo caso de maltrato al interior de un colegio de la comuna de Santiago pone en discusión el tratamiento que se le entrega a los estudiantes víctimas de bullying de nuestro país.
La denuncia la realizó el Movilh y la víctima es un menor de 11 años que cursa sexto básico y desde abril debió enfrentar hostigamiento de parte de sus compañeros por su orientación sexual.
"No le permitían comer tranquilo en horario de almuerzo, le lanzaban comida a la cara, lo hostigaban al ir al baño, le quitaban la mochila, sus cuadernos y lo pateaban en el suelo", denunció la madre.
Añadió que buscó ayuda en el colegio ante la difícil situación que vivía su hijo, pero nunca recibió apoyo, por lo que a principios de agosto decidió sacarlo de clases tras un ataque de 20 estudiantes.
"Lo amenazaron y le dijeron insultos de carácter homofóbico, lo cual terminó en una persecución por el colegio de un grupo de 20 compañeros, quienes decían que 'había que pegarle al maricón'. Mi hijo terminó escondido en el laboratorio del colegio, llorando sin protección", denunció.
En un acto desesperado, el niño escribió una carta donde nombró a cada uno de sus agresores y los insultos que recibió.
Desde el establecimiento aseguraron que actuaron según sus protocolos y que será el Mineduc que juzgará si actuaron en derecho. Además, confirmaron que se habló con los alumnos acusados de hostigamiento y que se tomarán medidas formativas o disciplinarias.