Diputado DC, Raúl Soto, es el autor del proyecto que según dice pretende terminar con los privilegios del clero y proteger a los menores. Sacerdotes embleméticos creen que hay otras opciones.
Un cambio legal y cultural, con un remezón hasta los huesos, es lo que pretende lograr el proyecto de ley que obliga a los religiosos a denunciar ante la Fiscalía los abusos contra menores, adolescentes o adultos que por incapacidad física o mental requieran protección especial.
La modificación al Código Penal impulsada por el diputado DC Raúl Soto, busca también endurecer las penas en caso de omisión y encubrimiento de este tipo de delitos.
Pero no es todo porque durante la discusión en la sala, algunos honorables propusieron que el secreto de confesión fuera una excepción en esta obligatoriedad que tienen los religiosos de denunciar, cuando tomen conocimiento de un eventual delito de estas características.
Raya para la suma, la propuesta fue rechazada por lo tanto los sacerdotes tendrían que sí o sí hacer llegar los antecedentes ante el Ministerio Público, además de las autoridades eclesiásticas, de aprobarse la norma.
El diputado Raúl Soto explicó que ahora el proyecto se discutirá en el Senado y que es posible que algunos parlamentarios quieran reponer la exclusión en caso de secreto de confesión, "pero no creo que prospere, porque hay apoyo transversal y, en definitiva, los niños están por sobre el derecho canónico".
Agregó que lo importante acá es que el proyecto en cuestión ha generado un debate, "porque es muy importante replantearnos como sociedad los límites entre la Iglesia y el Estado, entre el derecho canónico y la ley nacional. Yo creo que la igualdad ante la ley debe ser para todos, en consecuencia, tenemos que ir cerrando todo espacio de impunidad y eliminando cualquier privilegio injusto".
No hay que destruir
El presidente de la Fundación Paternitas, Nicolás Vial, comentó a La Cuarta que es imposible quebrantar el secreto de confesión. "Un sacerdote no puede revelar lo que se le dice en confesión, salvo que la persona lo autorice".
Agregó que el que revela lo dicho en secreto de confesión, "simplemente no es un sacerdote".
En tanto, Alejandro Álvarez, abogado canonista y vocero de Voces Católicas, señaló que "está expresamente establecido el secreto de confesión en el derecho canónico. Este es inviolable y si un clérigo en cualquier circunstancia revela la información obtenida en el sacaramento de la confesión, es sancionado con la excomunión 'latae sentenciae' (de inmediato)".
"Este proyecto de ley contradice el artículo 547 del Código Civil que consagra el reconocimiento del Estado de Chile de la libertad que tiene la iglesia de autorregularse con leyes propias", agregó.
Finalmente, Álvarez sentenció que "los legisladores ignoran la nornativa".
Padre Berríos: "Se puede aplicar la ley, pero no obligar a la conciencia"
El padre Felipe Berríos señaló a La Cuarta que en la historia de la Iglesia son muchos los sacerdotes que han ido a la cárcel o han sido asesinados por no revelar un secreto de confesión. "Es decir, tú puedes aplicar la ley, pero no puedes forzar la conciencia".
Agregó que es importante distinguir entre el secreto y la confesión. A veces se confunden, pero son dos cosas distintas.
"Un sacerdote se puede negar a dar la absolución si se persiste en el pecado o no hay muestra de arrepentimiento o si es posible reparar un daño. Pero uno no sólo no puede revelar un a confesión, sino que tampoco puede decir que ha confesado a alguien".
Agregó, "es como si una ley quisiera terminar con la obligación de un periodista a revelar su fuente... te podrán meter preso pero no revelarás jamás tu fuente o no eres periodista".