Ella también es carabinera y dedicó sentidas palabras sobre los últimos ataques mortales contra uniformados.
Más de seis años han pasado desde la persecución policial en que delincuentes asesinaron a dos motoristas de Carabineros en la ruta que Une Ovalle y La Serena, en la Región de Coquimbo.
Uno de ellos fue el sargento 2° Hans Knopke, y su viuda, la sargento 1° María Cecilia Zepeda Palma, recordó hoy el dolor que vivió junto a sus pequeñas hijas aquel 12 de noviembre de 2016.
“Cuando muere un carabinero, se mata al país nuevamente. Cuando muere un carabinero es sangre de una familia que está derramada por defender a la sociedad”, manifestó la funcionaria en una entrevista con Diario El Día.
Y es que el dolor de la pérdida de su esposo sigue latente al presenciar los últimos ataques mortales contra efectivos en servicio y el debate sobre la protección de los policías y sus facultades.
“Los Carabineros somos hombres y mujeres valientes, que estamos dispuestos a dar la vida por el país y que nos estén apoyando con leyes es un gran respaldo hacia nosotros como uniformados, porque ahora sí vamos a ser más autónomos en nuestro actuar, porque tenemos algo que nos respalda”, señaló.
“Ni perdón ni olvido”
Respecto a los últimos asesinatos de carabineros y la persecución de los responsables, María Cecilia Zepeda envió un sentido mensaje.
“Para todos los que han perdido la vida en manos de delincuentes no hay perdón ni olvido. Con esa frase me quedo, porque para nosotros no habrá nunca perdón ni olvido de los hechos”, expresó la carabinera.