O el colilarga gana cada día más terreno o la indolencia de los chilenos se arrancó de control. Ocurrió que una monjita de la Congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados fue asaltada en pleno centro de Antofagasta, pero ningún Chapulín saltó para ayudarla.
Era mediodía cuando la religiosa transitaba por Plaza Colón donde iba a realizar trámites bancarios. En ese momento un pato malo juvenil se le abalanzó para intentar arrebatarle sus pertenencias.
La monja cayó al suelo y pese a que la "familia Miranda" estaba presente, nadie pescó.