Este martes el acusado tuvo que responder ante los abogados de la familia de Narumi, pero terminó llorando durante las preguntas que le realizó su abogado, Renaud Portejoie.
Este martes se concretó la declaración final de Nicolás Zepeda como parte del juicio de apelación tras ser condenado a 28 años de cárcel por el caso de desaparición de su expareja, Narumi Kurosaki.
Como parte del proceso, en el que abordó las respuestas de los abogados de la familia Narumi, Zepeda también respondió a las preguntas de su abogado, Renaud Portejoie, quien le consultó por su estado ante el juicio y si es que tiene miedo.
“Eres la primera persona que me hace esta pregunta. Escucha, hago lo mejor que puedo, trato de traer cosas útiles para que podamos convencer de que mi inocencia es más clara. Es muy agotador y estoy exhausto”, dijo el imputado. “No creo que sea miedo. Tengo mucha presión. Pero yo sé que voy a llegar a la cárcel de Vesoul y voy a dormir bien, porque dije cosas”, agregó.
En otro punto, aseguró que intenta controlarse, ya que durante el proceso se ha sentido “indignado”.
“Me vuelve loco saber que no se hizo todo. No podemos saber qué pasó porque están concentrados en mí, están muy concentrados en mí”, dijo llorando.
Poco después, Zepeda llegó a su punto cúlmine entre las lágrimas. “¡Yo no la maté! No la maté, no la maté… ¡No maté a Narumi!”, recalcó.
Con lo anterior, el acusado se remitió a recalcar una última afirmación en la que aseguró no saber qué sucedió con Narumi. “No sé lo que pasó. Yo la dejé bien en su pieza”, dijo.
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