Cuentan los trovadores que el "Marqués del Arrayán" bajó desde su refugio en la montaña para dar un paseo por el valle de Las Condes.
Allí se encontró con un restorán que le pidió ayuda solidaria. Y él la entregó.
En pleno McDonald's de Rotonda Atenas se puso delantal y repartió hamburguesas en el "McDía Feliz", para ayudar a los niños con cáncer.
OCUPADO
El diario pop habló largo y tendido con el Marqués, más conocido en el mundo de los comunes como Emeterio Ureta.
- ¡Oh, Marqués! Que bueno verlo de visita en la comarca.
- Sí. He estado muy ocupado con mi empresa que amonona edificios.
- Tiene a la farándula botada, como si le tuviera tirria.
- Es que me cansé de la farándula. Necesitaba un respiro y por eso subí a la cordillera, para ver todo desde arriba.
- Y dígame, Marqués: ¿Qué ha podido ver desde lo alto de los picos cordilleranos?
- Es terrible, fiel súbdito de ancha contextura. Es una asquerosidad. De hecho a mí ya no me gusta hablar de farándula, sino que de "rotándula". La tele y ese mundillo está lleno de rotos.
- ¿Por qué, míster?
- Porque están cayendo en cosas demasiado íntimas. Dime tú...
- Tú.
- ¿Qué significa eso de andar publicando fotos sexuales de las ex pololas?
- Una rotería, posom.
- Claro. No puede ser. Si lo pasaste bien, le sacaste fotos en pelota a tu polola, mínimo que te las guardes para ti.
- Se refiere a la rubia opinóloga. ¿Y cómo halló las fotos?
- Qué quieres que te diga. Una maravilla. Se nota que ella es una mujer sanita, rosadita. Se mantiene muy bien.
- ¿Y usted se ha sacado ese tipo de fotos?
- Por supuesto, y lo he pasado muy bien. Pero jamás se las pasaría a alguien para que las publique.
- ¿Y qué le parece que las calles ahora estén llenas de carteles de candidatos?
- Horrible. Es cosa de ver las caras de las candidatas, puras siúticas rancias que jamás se bajan del 4x4 que les compró el marido para conocer la realidad de este mundo cruel.
- Ya, Marqués, lo dejo porque se me hiperventiló.
- Mejor me voy a la punta del cerro. ¡Chaíto, nomás!
Ramiro García