Marco Antonio Cumsille, el cerebro del área deportiva de CHV, fue nombrado Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, la máxima autoridad de la Institución. En total lleva 41 años ligado a los "chicos buenos" y calcula que ha participado en más de tres mil actos.
En 1977, Marco Antonio Cumsille entró a estudiar periodismo a la Universidad de Chile, en lo que sería el inicio de una exitosa carrera. Pero además del amor por las comunicaciones, el actual productor ejecutivo del área deportiva de CHV también le hizo caso a su otra vocación: se unió al Cuerpo de Bomberos de Santiago.
En total, lleva más de cuatro décadas, a lo Arjona, y aparte de acudir a los llamados de emergencia con su manguera siempre lista, ha pasado por diferentes cargos, tales como capitán, director y secretario general. Claro que nada se compara a su nombramiento de hace una semana: fue designado Superintendente de la institución. "Es como ser el presidente de la República", explica Cumsille.
Para ser precisos, hace seis calendarios que ya no está en la parte activa, pues hoy sus funciones son más políticas. "Fue después de los Juegos Olímpicos de Londres, siempre vinculo lo que pasa en mi vida con el periodismo, jajajá. Era capitán y me eligieron secretario general. Bajo ese rol me tocó ir a Teatro Municipal cuando se quemaron unas bodegas el 2013. Fui para asistir a las autoridades", recordó.
- No es menor ser la máxima autoridad de Bomberos… No es que sea un emperador. Lidero el directorio, como pasa en una empresa. Tengo la máxima responsabilidad, pero cada persona cumple sus funciones, como presupuesto, temas administrativos y jurídicos, infraestructura o mantenimiento. Son los cuatro Comandantes de Santiago quienes se encargan de que la gente trabaje bien y sea eficiente en las emergencias.
- ¿Recuerda su primera salida a terreno? Debe haber sido el mismo día que partí. Fue un escape de gas y en esa época subían todos los que podían al carro. Y el primer incendio fue cerca de mi casa. Me acosté temprano y cuando desperté se estaba quemando una vivienda en la esquina. Llegué antes que los bomberos.
- ¿Vio partir a alguien en servicio? Mártires directos en mi compañía, no, pero sí otros que conocía. Nos toca mucho evacuar en edificios y, en general, he hecho de todo: rescate de personas en vehículos, en ascensores, incendios, emergencias químicas… Por eso tomé cursos en Estados Unidos para especializarme.
- ¿Tiene idea de cuántas emergencias ha cubierto en estos 41 años? Más o menos tres mil actos. La compañía en la que estaba, que es la 18ª, tiene cerca de 500 emergencias al año. En mi juventud iba casi a todas, después va decayendo.
- Siempre ha sido tema de debate si corresponde pagarle un sueldo a Bomberos… Chile tiene muchas necesidades sociales urgentes. Si el Estado pagara sueldos, quitaría recursos importantes. Los ciudadanos comprometimos a trabajar voluntariamente y ese mandato sigue intacto, no está cuestionado. Y cuando hay Bomberos pidiendo cooperación en la calle, eso es para tener mejores carros, uniformes y elementos de seguridad.
- ¿Existe un déficit? El presupuesto que entrega el Estado ha ido creciendo en un orden del 8 o 10 por ciento al año. Eso ha permitido, por ejemplo, hacer programas de capacitación eficientes. Y un dato, para hacer un paralelo: Bomberos de Madrid gasta el 95 por ciento de sus ingresos en sueldos y sólo el 5 en implementación. Por eso no me gustaría sacarle un peso a la educación o a la salud para pagarle un sueldo a Bomberos.
- ¿Cuántos Bomberos hay en el país? Entre 45 y 50 mil. En Santiago son 2.430 y 170 funcionarios. Cualquier persona mayor de 18 años, hombre o mujer, chileno o extranjero, puede postular. Sólo se necesita vocación y voluntad de servir.
- Ahora sí que debe estar ocupado, con Bomberos y el trabajo en CHV… Duermo poco, jajajá. Estamos contentos, ya llevamos al aire a las selecciones adultas masculina y femenina, que es como transmitir con pantalones largos. Ahora estamos revisando el calendario del próximo año y estudiando programas para incorporar nuevas tecnologías. En 2019 queremos mostrar otra cara, hay que renovarse en el éxito. No le hemos ganado a nadie todavía.