"No merecía estar en este mundo"

"Estoy feliz de que lo hayan pescado (a Bin Laden). Él no merecía estar en este mundo", confesó María Gabriela, madre de Roy Michael Wallace Moreno, uno de los dos chilenos que murieron en el fatídico ataque a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, en Manhattan.

Roy (ver foto pequeña) tenía 42 años y trabajaba como empleado bancario en el piso 105 cuando ocurrió el espantoso atentado terrorista que terminó con la vida de más de 3 mil personas.

Han pasado casi diez años de la tragedia y María recuerda como si fuera ayer el momento en que se enteró de la muerte de su hijo.

"Me avisó un amigo de mi hija que algo estaba ocurriendo con las Torres Gemelas. Puse la televisión para ver lo que estaba pasando y no lo solté más, sólo miré", reveló la progenitora de Roy, quien tuvo dos hijos con la estadounidense Susan.

La noticia de que se habían piteado al autor intelectual de los ataques que acabaron con la vida de su hijo, la sorprendió. Pero reconoció que era algo que esperaba desde el día en que las dos torres se desplomaron.

"Sabía que algún día lo pillarían. Pensaba que podía ocurrir luego de diez años y eso pasó", afirmó Moreno tras la confirmación del fallecimiento del capo de Al Qaeda por parte de soldados gringos.

Agregó que la muerte de Osama no logra reparar la pérdida de su hijo y menos cree que se esté haciendo justicia por la muerte de su hijo: "Yo de justicia no tengo idea".

El antofagastino Juan Carlos Ceballos fue otra de las víctimas chilenas en el terrible ataque a los rascacielos estadounidenses.

Juan decidió dejar su tierra natal para ir a probar suerte a los Estados Unidos y no le fue mal. Su primer laburo fue limpiando pisos, pero cachó que le podía ir mejor si se dedicaba a la correspondencia.

No lo dudó y se gastó una buena parte de sus ahorros para comprarse una camioneta y dedicarse a entregar el correo a distintas oficinas de la ciudad.

Estaba contento, ya que unos meses antes del horrible suceso había logrado reunirse con su señora, Matilde Mejías y sus dos hijos, en suelo gringo.

Ese 11 de septiembre Ceballos partió a trabajar sin saber lo que ocurriría unas horas después. Una de sus pegas era dejar un encargo en el piso 83 de la segunda torre del World Trade Center, lugar donde se estrelló uno de los aviones.

Sin saber con certeza si Juan estaba entre las víctimas, sus familiares sólo se enteraron dos meses después de la tragedia que Ceballos estaba en la lista oficial de fallecidos.

Un año después del atentado terrorista, su viuda y sus dos hijos lanzaron sus cenizas a la playa de Long Island.

RESCATISTA QUE SE JUGÓ LA VIDA POR ROY WALLACE
El capitán de Bomberos Rodrigo Mora no dudó en partir a colaborar en las tareas de rescate tras los atentados a las Torres Gemelas, sobre todo cuando se confirmó que había chilenos entre las víctimas, como Roy Wallace y Juan Ceballos.
El hombre se encontraba en Estados Unidos cuando ocurrió el ataque terrorista y se presentó como voluntario ante el cuerpo de Bomberos de Nueva York.
Estuvo casi cinco años en suelo gringo sacando escombros, cuando decidió devolverse al país, donde falleció sepultado por un alud cuando ayudaba a una familia en el sur de Chile.
El rescatista, junto a siete personas, murió cuando parte de un cerro se desprendió  en la localidad de Chiguayante.

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