El controvertido periodista reveló una historia en la que un constituyente, escritor de profesión, del que prefirió no entregar su nombre, cobró una cuantiosa cantidad de dinero por una charla en un pequeño colegio de Temuco.
Sin pelos en la lengua, como acostumbra, Juan Cristóbal Guarello recordó este lunes una historia que lo involucra a él y a un constituyente, aunque se guardó el nombre. Todo giraba en torno a la visita que realizó a una escuela de Temuco, que se retrasó un buen tiempo como consecuencia de la pandemia.
En concreto, Guarello explicó que hace dos años el colegio La Granja, situado en El Cajón de Vilcún, lo contactó con la idea de que fuera a conversar con los estudiantes para explicarles lo importante de desarrollar el hábito de la lectura. El controvertido periodista, sin embargo, rechazó la invitación, explicándoles que creía que no era lo suyo.
Entonces, los representantes de la escuela le ofrecieron dinero. Le dijeron que pagaban por la actividad, y que ya habían “contratado” a un rostro famoso anteriormente para hacer lo mismo. Guarello, cuando escuchó el nombre de ese invitado, se interesó, y consultó cuál era la suma que había cobrado… que aparentemente resultó ser sorprendente.
“Pregunté: ¿cuánto le pagaron?..., y fue una cifra bastante alta. Entonces les dije, ¿y esa persona cobró eso por venir?”, sostuvo el periodista.
Guarello, en ese momento, se convenció. Dejó de lado la timidez, y esa idea de que no se sentiría cómodo, y decidió aceptar la solicitud que le estaban haciendo desde la escuela. Pero con una salvedad: “Les dije, ah, entonces yo voy gratis. Y la plata será para implementos deportivos”.
¿Y quién era el protagonista de esta historia? ¿El escritor que Guarello “delató” en su relato?
El periodista no quiso soltar el nombre, pero sí entregó algunas pistas. Por ejemplo, que es un escritor:
“Lo único que voy a decir es que es constituyente. Entiendo por ahí que escritores, que viven de su trabajo y no tengan grandes ingresos, cobren de repente. Pero a los que nos va bien… no podís andar cobrándole a una escuela rural, po”, lanzó.
Y completó: “Si hay presupuesto para eso… qué te cuesta…, si tú podís colaborar, colabora. Pero no podís ser tan angurriento”.
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