A juicio de Patricio Álvarez, una serie de mensajes recibidos por su hija podrían confirmar un ataque premeditado.
Nuevos antecedentes se dan a conocer tras el ataque sufrido por Pola Álvarez (32), joven enfermera que fue apuñalada en once ocasiones en la comuna de Las Condes.
Tal como quedó registrado por cámaras de vigilancia, el hecho ocurrió a pocos metros de la Clínica Cordillera, lugar donde trabaja víctima.
De acuerdo a su padre, la mujer sería víctima de bullying y ya habría recibido diversas amenazas durante los últimos meses.
De hecho, Patricio Álvarez pidió que “investiguen esto a fondo, porque esto no es un asalto, aquí no se le trató de robar nada. Aquí, claramente, hay una persona de la que tenemos antecedentes, que la amenazaba por WhatsApp y Facebook. Creemos que ella contrató a una persona, de estos sicarios que están de moda, para afectar a mi hija”.
Por su parte, la fiscal Patricia Ibarra explicó que “cuando ella llega a su domicilio (ubicado a pocos metros del recinto médico), se encuentra con una motocicleta donde hay dos personas. De acuerdo a los antecedentes que se nos han entregado, se percata que una de estas personas está con el celular y corrobora la imagen de la víctima en una fotografía, y luego se procede al ataque”.
¿Sicariato?
Respecto a la tesis planteada por la familia de Pola, su padre entregó nuevos antecedentes que la respaldarían.
“Mi hija me comenta que ella iba llegando a su casa, ve a estos dos tipos arriba de la moto; uno con un casco en la mano, el otro con el casco puesto, y en su teléfono había una foto de ella, en primera plana. Por tanto, ella vio la foto de estos tipos, se da cuenta que la estaban siguiendo y comenzó a correr hacia su casa. Y en esta huida la tomaron del cuello, le pegaron todos los puñales que pudieron y la dejaron botada en la calle. Ella tuvo la fuerza de levantarse, de llegar a su casa, golpear la reja, su marido la socorre, los niños quedaron solos y, una vecina que se dio cuenta, tomó a los niños y se los llevó a su casa. En tanto, mi yerno con una vecina la fueron a dejar a la clínica, en un trayecto de no más de una cuadra”, detalló Fernández a Tu Día.
Además, reveló que “el bullying comienza con un empujón, con la comida que se la dan vuelta en el casino (...) pero ya las últimas amenazas iban de forma directa a través de redes sociales”.
Eso sí, destacó que “yo tuve la inteligencia, o no sé si alguien me iluminó, pero yo le pasé el celular de mi hija a un oficial de la Brigada de Homicidios, se lo desbloqueé, para que pudiera tener acceso a todas las redes sociales y pudiera verificar que lo que nosotros decimos es lo que mi hija me contaba, porque esto no fue un solo mensaje, fueron varios en el tiempo. Y sí, tienen nombre y apellido”.
Finalmente, reveló que “mi hija me lo comentó, entre su desesperación a la salida de la operación, y me dijo que eso le dio mucho temor a ella, porque se dio cuenta que la estaban siguiendo, porque estaba su fotografía en el celular. Y eso nos da a nosotros para sostener este posible delito por encargo”.