Al ritmo del reggaeton los abuelitos celebraron pasar agosto sin que la Pelada les tocara la oreja. ¡Grandes!
Jaime Riquelme (en la foto principal), de 68 primaveras, fue el guaripola del perreo intenso y de los 1.500 tatitas que repletaron el gimnasio Municipal de Renca para festejar que pasaron el mes que, según las tradiciones chilenas, los deja más cerca del Más Allá que del más acá.
Más sanitos que una lechuga, los lolosaurios bailaron y cantaron los últimos temones de los reggaetoneros Calle 13 y Don Omar.
Jaimito se movió más que gelatina y no necesitó ni aritos de diamantes para dejar loquitas a las nonitas que le pidieron consejos pa' mover el cuerpo.
"Lo importante es seguir el compás de la música, dejarse llevar y ponerle energía", soltó Jaime luego del bailoteo.
El chillanejo explicó al diario pop cómo mantiene tan bien aceitadas sus bisagras para perrear hasta el suelo.
"Con harto ejercicio. No hay que dejarse estar porque ahí vienen los achaques. Míreme a mí, me muevo como un lolo", afirmó.
Los abuelitos no sólo disfrutaron como cabros de doce en Renca, ya que la Muni de Santiago festejó a 500 adultos mayores de la comuna con una fiestoca de disfraces.
Los tatitas no arrugaron y llegaron vestidos de angelitos, personajes de película, como Fiona de Shrek y hasta una Pepona (foto secundaria).
La muñeca de trapo fue idea de Blanca Brito (68), quien cachó la invitación y se consiguió el traje con una amiga.
"Todos tenemos un niño en el corazón, por eso vine disfrazada así, me siento como una adolescente", confesó.
Pero no todo es alegría, ya que, según el Hogar de Cristo, hay 220 mil abuelitos que viven con menos de 65 mil pesitos al mes y pasan con lo justo todos los meses.
"No olvidemos que hay miles de adultos mayores en pobreza que les cuesta mucho pasar no sólo agosto, sino todos los meses del año, porque están solos y excluidos de la sociedad y necesitan nuestra ayuda", explicó Verónica Monroy, directora social del Hogar de Cristo.
