Cierta o no la historia del Uber con la que ayer se agrandaba en Kazán, lo que contaba Gim Cepeda era pa' meterlo en un marco.
Es que según él, se tomó un Uber y le pasaron algo más que los cambios.
"Primero que todo saludos para Vallenar. Mira, esta historia no tiene muchos detalles. Me subí a un taxi y era una mina la que manejaba. Al momento de pagar no tenía sencillo, entonces le pagué con todo lo tenía y me terminó haciendo una conferencia de prensa", contó el cabro nortino.
Además, confesó sus fechorías sin miedo ya que su polola es tailandesa y nunca aprendió español. ¡Ni won!