“Nos tenía prometido un viaje...”: Hijo explicó la compra de pasajes con tarjeta de su padre muerto

Banco de Chile.

Hace algún tiempo, Banco de Chile registró unos inusuales movimientos en las cuentas de un cliente que había fallecido hace solo tres meses.

En mayo, en el Banco de Chile detectaron unos curiosos movimientos en la cuenta corriente y la tarjeta de crédito de un cliente de 82 años que había muerto tres meses atrás.

Todas las transacciones, pagos y trasferencias tanto nacionales como internacionales sumaban un monto que superaba los 31 millones de pesos, según consignó LUN. Todos estos movimientos habían sido hechos desde la misma dirección IP, en el sitio web del banco, usando el digipass.

Ante ello, el banco se querelló ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago contra quienes resultaran responsables.

Entre los movimientos que más llamaron la atención estaban dos compras de pasajes aéreos con destino a Estados Unidos por $6.887.209. También había avances en efectivo de $9 millones trasferidos a la cuenta de otro banco.

El ejecutivo bancario llamó al hijo del fallecido, quien le reconoció que las operaciones “fueron realizadas por los herederos” que creyeron que serían cubiertas por el seguro de desgravamen.

Ante ello, el funcionario le respondió que el seguro solo cubre los movimientos realizados antes de la muerte del cliente, no después. Frente a eso, el hijo le contestó que “no estaban dispuestos a pagar”, y solo se abrieron a la posibilidad de un pago parcial.

Sin embargo, el banco tampoco pudo cobrarles “ante la imposibilidad de recuperar judicialmente las sumas mal usadas” y por el hecho de que “las operaciones no sean cubiertas por el seguro desgravamen”.

Ante eso, las deudas fueron calificadas como “incobrables, asumiendo de esta manera Banco de Chile el perjuicio”.

“Si la embarramos, la embarramos nomás”

Según declaró el hijo del cliente al citado medio, “pecamos de ignorancia, pero no actuamos de mala fe”.

Su relato indica que fue su cuñado quien uso los productos bancarios, mientras ambos hijos del fallecido estaban al tanto de los movimientos.

Sobre el misterioso viaje a tierras gringas, explicó: “Mi papá nos tenía prometido un viaje a Washington DC” previo a la pandemia. Y es que “era un asunto familiar”, porque “éramos muy unidos, a pesar de que yo viví mucho tiempo fuera de Chile”.

Finalmente, “solo pudimos devolver uno de los pasajes, cuyo dinero se reintegró a la tarjeta de mi padre y los otros los perdimos”.

En lo que respecta a las transferencias hechas a otra cuenta, contó que “mi padre tenía algunas deudas de cuentas de clínicas, de juegos y con personas que le habían prestado dinero”. Ante ello, habrían usado el dinero para pagar deudas, comprar la tumba y los pasajes.

Ahora, sobre la devolución del dinero mal utilizado, si bien “primero le dije que no al ejecutivo porque no teníamos esa cantidad de dinero”, el jueves se contactó con el banco para buscar alternativas en el pago de la deuda.

“Si la embarramos, la embarramos nomás y ahora hay que arreglarlo”, remató.

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