Líderes de partidos se reunieron en La Moneda con el ministro Gonzalo Blumel para discutir la importancia de iniciar un proceso de la carta magna.
Sin rastros de humo blanco o acuerdos para un avance social terminó ayer la reunión que sostuvieron representantes de los partidos de oposición con el Gobierno, en el palacio de La Moneda.
La discusión sobre una nueva Constitución en Chile se transformó en uno de los temas centrales de la cita, aunque una vez finalizada la junta las conclusiones fueron dispares.
En la reunión participaron el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Fuad Chahin; del Partido Socialista (PS), Álvaro Elizalde; del Partido Radical (PR), Carlos Maldonado; del Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz; y de Revolución Democrática (RD), Catalina Pérez. No participó el Partido Comunista (PC), que se restó del encuentro con el ministro de Interior, Gonzalo Blumel.
"Si no están esos temas sobre la mesa este diálogo que estamos haciendo será inconducente. Si no vemos señales claras este diálogo habrá sido insuficiente, inconducente. Es absolutamente fundamental escuchar del Gobierno, del Ejecutivo, una palabra clara respecto de una nueva Constitución", comentó Heraldo Muñoz, del PPD.
Por su parte, Álvaro Elizalde, mandamás del PS, aseguró que tras la reunión notó cierta desconexión de La Moneda con las demandas ciudadanas.
"Le hemos planteado al Gobierno la importancia de escuchar a la ciudadanía y reemplazar esta Constitución, que es una camisa de fuerza para los cambios que los chilenos demandan", sostuvo.
Desde el Gobierno, el ministro Blumel agradeció la presencia de los partidos de oposición, a quienes les pidió enviar sus propuestas en agenda social, aunque no dio señales de una discusión en cambio consitucional.
"En el Gobierno hemos dicho que tenemos en marcha un proceso de diálogo amplio, que está en curso y nos parece importante poder realizar ese proceso antes de tomar decisiones más definitivas", concluyó.
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