Nuevos pobres en Chile alcanzan para llenar ocho veces el Estadio Nacional

Los resultados de la última Encuesta Casen fueron como una patada en la guata. Desde el año 87 que Chile había disminuido los niveles de pobreza desde un 43% hasta un 13.7% en 2006. Aunque los números no eran para sacar pecho, al menos eran decentes. Por eso, cuando se supo que a fines del 2009 más de 355 mil chilenos habían caído en la miseria, las recriminaciones y acusaciones llegaron por todos lados.

El nuevo oficialismo le cargó la mata al gobierno de Michelle Bachelet y la Concerta se defendió como gato de espaldas.

Con las aguas más calmadas, el ministro de Planificación, Felipe Kast, asegura que uno de los problemas estuvo en la baja capacidad de crear empleos, debido principalmente a que "Nos dedicamos a descansar y eso generó que esos dos factores: la crisis económica y la falta de crecimiento en la productividad" desencadenaran en que menos chilenos tuvieran pega.

En su informe de octubre de 2009, el panel de expertos del Ministerio de Hacienda informó que la productividad cayó 1.6% en promedio, entre el 2006 y el 2009. En los años 90, era todo lo contrario, ya que en esa época la productividad contribuyó en torno al 2% al crecimiento de la economía nacional.

Mal diagnóstico

Pero la falta de trabajo no fue el único culpable de que más chilenos sean pobres, Kast piensa que los gobiernos anteriores desaprovecharon sus propios programas sociales.

En su opinión, el gran error estuvo en el Programa Chile Solidario. "Este programa -que tiene cosas muy positivas en su diseño- en la práctica se basó en un diagnóstico relativamente equivocado de la pobreza, que fue estático. O sea, pensamos que la pobreza eran los mismos de siempre y en realidad la pobreza es más bien una montaña rusa", explicó.

"Este era un programa emblemático para haber destruido la pobreza, no estaba funcionando lo suficientemente bien y no se tomaron medidas", sentenció el ministro Felipe Kast.


Y es que en Chile no existen encuestas ni estudios que muestren la movilidad social. O sea, nadie se entera si Juanito Pérez nació pobre, pero con mucho ñeque salió adelante y ahora es millonario. Historias como la de Luis "Conejo" Martínez, que conquistó Nueva York vendiendo maní en una esquina, simplemente no caben en ningún estudio del gobierno. En ese sentido, Kast quiere cambiar la historia y mirar de frente las nuevas caras de la pobreza.

Ojo al charqui

Pero el mal diagnóstico no fue el único atado. "Había una excesiva confianza en que los recursos llegaban a las personas, mientras que cuando veías los números, los números te mostraban que más de la mitad de los recursos quedaban a mitad de camino", sentenció el caporal de la planificación gubernamental.

Kast alega porque las platas no llegaban a manos de los pobres que no tenían con qué hacer una sopita de pan. Según él, había una notable falta de monitoreo de las platas del Estado y para peor, se gastaban en papeleos.

"El programa Puente, que es parte del Chile Solidario, tiene un costo de administración del 40%, eso es preocupante, no es algo que uno pueda ignorar. El Fosis como un todo, tiene (un costo de administración) de 35%. Eso hace que el músculo del gasto social sea más débil", explicó el caporal.

El Presidente Sebastián Piñera le puso vara alta la vara al ministro de Planificación. Superar la pobreza en ocho años no será papita pa'l loro, pero Felipe Kast cree que tiene la fórmula, la plata y el equipo para sacar la pega. El tiempo y la historia juzgarán si lo hizo bien o sus sucesores también tendrán motivos para sacarle trapitos al sol.

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