Todo el mundo esperaba ansioso la prueba final de la muerte de Osama Bin Laden, la foto de su cadáver que desde el martes prometieron hacer pública, según palabras del guaripola de la CIA, Leon Panetta.
Todos los morbosos e incrédulos quedarán con el manso cuello porque el mismísimo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió que no mostrarán la imagen.
Las razones eran más o menos obvias, pues ya se habían esbozado en las últimas horas, preparando el camino para que el mundo aceptara la decisión.
El presidente anunció su decisión en una entrevista con CBS News.
Consultado por el periodista del por qué no las han mostrado, Obama dijo que "estamos absolutamente seguros de que era él. Hicimos muestras de ADN y no hay duda de que matamos a Osama Bin Laden".
"Es importante para nosotros que las fotos de alguien con un disparo en la cabeza no esté dando vueltas por ahí para incitar más violencia o como una herramienta de propaganda", aseguró el guaripola justificando la decisión.
"Los estadounidenses y el mundo están contentos de que esté muerto. Pero no hay que ponerle espinas a la pelota, y dada la naturaleza tan explícita de las fotos, esto podría poner en riesgo la seguridad de nuestra nación", argumentó.
Obama siguió con su afán de dejarle claro al mundo que sí se echaron a Osama.
"No hay duda en Al Qaeda de que él está muerto. Así que no creemos que una foto pueda hacer la diferencia. Hay algunos que lo negarán. Pero lo cierto es que nunca volverán a ver a Bin Laden caminando en la Tierra otra vez", dijo con dureza.
Luego de anunciar el deceso del líder de Al Qaeda, diversas encuestas han dado cuenta del alza en el apoyo al mandatario gringo, como la del New York Times, que cifró en 11 puntetes la subida en la aprobación a su gestión. ¡Era que no, poh!
