Los operativos de seguridad, cortes de calle y comilonas parecían ser para una semana, pero la visita a Chile del presidente gringo, Barack Obama, apenas duró 21 horas.
Obama, su esposa Michelle, y sus hijas Malia Ann y Sasha, llegaron a Chile el 21 de marzo a bordo del gigantesco avión Air Force One 747.
El primer brillo oficial de Obama se realizó en La Moneda, donde fue recibido por el Presidente Sebastián Piñera. Ambos gobernantes estuvieron acompañados por sus patronas.
En su afán por hacerla corta, los Obama se separaron y mientras Barack enfrentó a la prensa, Michelle se las emplumó a Renca.
Fue en el colegio Cumbre de Cóndores, donde Michelle tapó de elogios al "Matador" Salas y recordó a Pablo Neruda. Sin embargo, sus mayores alabanzas fueron para el letrero onda Hollywood que la alcaldesa Vicky Barahona puso en el Cerro Renca.
La vorágine del viaje siguió de noche en La Moneda, donde los comensales le dieron el bajo a una cena de wagyu, mariscos, chancho, pescados y frutas.
La estrella de la comilona fue, para variar, Miguel Piñera. Eran otros tiempos, eso sí, cuando el "Negro" todavía estaba casado con Belén Hidalgo.