Ex líder de la Iglesia Metodista Pentecostal es investigado por la Fiscalía Oriente por su abultado patrimonio. Ahora vive su destierro en Isla de Maipo.
Un monólogo ante Dios. Así se definen los días de Eduardo Durán ex obispo de la Iglesia Metodista Pentescostal, quien cambió el culto por el destierro en una parcela de Isla de Maipo, donde reflexiona respecto de los errores del pasado.
La soledad que lo acompaña gran parte del día se ve interrumpida por llamados telefónicos de algunos seguidores que no pierden la fe en él. Y los fines de semana, su "refugio" se llena de creyentes, como en su mejor época cuando estuvo al frente del mundo evangélico.
La fe que irradia el obispo Durán es tan fuerte que a sus seguidores poco y nada les importan sus errores del pasado, como, por ejemplo, las denuncias de infidelidades en su contra o la investigación que llevan la Fiscalía Oriente y el Servicio de Impuestos Internos respecto de su abultado patrimonio.
De hecho, él mismo encendió las alarmas en el Ministerio Público y el SII cuando se despachó una frase para el bronce (y el olvido, en su caso): "Tengo un saldo común y corriente de unos 130 millones de pesos, con reserva para cualquier emergencia".
Para sus fieles esto es algo menor y aseguran que sólo Dios lo puede juzgar.
Mientras sus seguidores lo defienden a muerte, el pastor se mantiene en esa postura que lo tiene rindiendo cuentas al Todopoderoso.
Eso sí, adelantó que pronto volverá a la vida pública.